—¡Esperanza, no podría ser nadie más!Pero lo que inquietaba aún más a Pol, en realidad era que Juan ya sabía que en México había otra mujer muy parecida a Clara, y esta mujer estaba tan cerca de él, de Pol.—Cuando Esperanza fue al bar, ¿Juan me vio? — Pol preguntó con una mirada sombría.—Recuerdo que mencionó que el bar era demasiado vulgar para su estatus, por lo que él, no entró para buscar a Esperanza. Además, nunca se bajó del coche, ¿cómo podría haberlo visto? — Héctor hizo una suposición. —Pol, ¿podría ser que Juan estaba tratando de provocarte al mencionar la placa del coche? Tal vez estaba intentando engañarte a propósito.Pol apretó los dientes y se dio la vuelta. —Pol, ¿a dónde vas?—Al Atemporal Club.Alejandro y Juan llegaron a la puerta de la habitación de Clara.—Gracias por lo que hiciste anteriormente—dijo Alejandro con un tono más sincero.—No tienes por qué agradecerme, no lo hice completamente por ayudarte a tí. Sé cómo hacer que ese tipo de la familia García suf
Aarón comenzó a sudar totalmente frío después de escuchar esto. —Juan, no puedo dejar de preocuparme por la señorita. Durante mis sueños recurrentes mientras ella estaba inconsciente, siempre veía lo que sucedió esa noche. ¿Puedo ver a la señorita?—Tu señorita está muy bien. La herida en su brazo ya se ha cerrado, y las demás heridas tampoco son muy graves. Solo está pasando por un momento muy difícil y necesita tiempo para recuperarse. Necesita estar sola un rato—suspiró Juan.Alejandro pensó en la herida de Clara en el brazo y sintió una fuerte amargura en su corazón. Había estado divorciado de ella durante un año y sentía que ella siempre estaba herida, tropezando en todo momento y no llevando una vida tranquila.Se sentía muy inútil, a pesar de haber arriesgado su vida por ella una y otra vez. Aun así, seguía siendo totalmente ineficaz en la protección de Clara.—Aaron, he oído hablar de Aurora—dijo Aarón, recordando a la joven que había recibido un disparo por Clara. Su corazón s
—Señorita, ¿ya no me quiere? — Los labios de Aarón temblaron, mientras luchaba con su pesado cuerpo para acercarse a Clara. —¿Fue porque te detuve esa noche? Reconozco que soy muy torpe en el combate, pero por favor, dame otra oportunidad. Prometo entrenar y mejorar grandemente mis habilidades de lucha. ¡Siempre podré protegerte!Alejandro frunció el ceño, sintiendo una sensación agria y amarga en su corazón. Nunca había hecho lo suficiente por ella, a pesar de los guardianes que rodeaban a Clara.—Aarón, has entendido mal—dijo Clara con una sonrisa algo triste. —En el futuro, asumiré el puesto de mi hermano en el grupo KS. No te estoy desplazado para nada. Te quiero en el departamento legal del grupo, donde puedes aprovechar al máximo tus habilidades y conocimientos. Allí, seguirás siendo útil para mí, y también podrás ayudar a mi padre. ¿Eso no está bien, para tí?Para una persona normal, esta reasignación sería emocionante. Sin embargo, Aarón tenía el rostro de alguien que había sid
Pol regresó al Atemporal Club. Esperanza, al enterarse de la noticia, lo estaba esperando en su habitación desde hacía muchísimo tiempo. La puerta se abrió de un golpe, sacudiendo incluso el lujoso candelabro de cristal que había en el techo. Al ver a Pol entrar tan furioso, Esperanza se asustó tanto que su delicado cuerpo temblaba. No se atrevía a mirarlo directamente a los ojos, se encogía en una bola de humildad. Héctor, que estaba detrás de ellos, también estaba visiblemente consternado, como si hubiera visto la forma como Pol se enfurecía en Austria y sabía que eso podía ser mortal.—Pol—dijo Esperanza tímidamente, mientras su hermoso rostro revelaba su evidente miedo. A pesar de su parecido físico con Clara, su comportamiento y movimientos nunca podrían igualar la elegancia de la señorita.—Pol, por favor, cálmate. Las cosas quizás no sean como te las imaginas—agregó con una voz suave y bastante sumisa.Sin dejar de mirar a Esperanza, Pol avanzó hacia la mesa de centro y agarró
Pol rio despectivamente. —¿Asesinar a Juan por mí?Juan. Ese era el nombre del apuesto hombre.Esperanza recordó el rostro atractivo, con sus rasgos elegantes y una mirada maliciosa y seductora. Incluso había soñado con ese rostro, después de regresar de la discoteca aquella enredada noche. Era algo que casi le costaba creer.—Si me pides que lo mate, lo haré con todo lo que esté a mi alcance—dijo Esperanza mientras sudaba copiosamente y apretaba sus dientes con malicia.—Es el hermano de mi mujer, ¿crees que puedes hacerlo? — Pol la miró con gran desprecio y una mirada oscura en sus ojos.Esperanza sintió miedo y su cabello negro empapado de sudor se le pegaba a la frente. Parecía desaliñada y patética. —Lo siento, Pol.—No quiero que lo mates, quiero que lo seduzcas—dijo Pol.—¿Qué estás diciendo? — Esperanza estaba completamente desconcertada.—Aquella noche se divirtieron mucho, ¿verdad? — La mirada de Pol se llenó gradualmente de desprecio y odio. —Entonces, ¿por qué no lo conquis
Clara adoptó una expresión seria y preguntó: —Víctor, ¿el teléfono en verdad se ha reparado?—La reparación fue todo un desafío, pero nuestros colegas del departamento técnico son profesionales en esto—respondió Víctor.Luego, Víctor se volteó hacia Alejandro y dijo: —Alejandro, necesitaré que dejes una declaración más tarde.—Por supuesto, con el mayor de los gustos, estoy aquí para cooperar—respondió Alejandro. Sus oscuros ojos permanecieron tranquilos y suaves mientras se centraban en el perfil de Clara, sin que pudiera evitarlo.Clara notó su mirada, pero la desvió deliberadamente. Los tres entraron en la comisaría, y aunque ya era de noche, la forma en que Alejandro y Clara entraron juntos atrajo las miradas asombradas de los policías.Eran una pareja muy extraordinaria.Dentro de la sala de interrogatorios, Víctor puso el teléfono de Aurora, ya reparado, frente a ellos. Clara, con sus largas pestañas se encontraba temblando, tomó con mucho cuidado el teléfono con la pantalla rot
El aire de repente se volvió muy extraño. Clara miraba atónita el apuesto rostro de Alejandro, cuya sonrisa en ese momento era la más tierna y brillante que ella nunca había visto.Aclaró su garganta y apartó la mirada apresuradamente, sin atreverse a encontrarse con esos brillantes y hermosos ojos, como si temiera que una mirada adicional pudiera revelar algún secreto inconfesable.Ella notó que él realmente había cambiado mucho. El Alejandro de antes era bastante frío, inquebrantable como un abismo. El Alejandro actual, poco a poco, se estaba derritiendo y rodeándola como un arroyo de primavera, brindándole una cálida sensación de seguridad.Víctor, que estaba soltero, no pudo soportarlo más y rompió la atmósfera cargada de indecisión—Es solo un traje, ¿por qué lavarlo? Nuestra familia Pérez es rica, podemos permitirnos un traje. Clara, cómprale otro a Alejandro, con mucho gusto yo lo pagaré.—Gracias—respondió Alejandro con una sonrisa leve.—Víctor, ¿estás seguro de querer pagar? —
Esto es lo que ella me dejó, su última frase.Con el sonido desvaneciéndose, todos bajaron la cabeza en completo silencio.En el último instante de su vida, esa pobre chica no pensó en su propia vida o muerte, sino en cómo abrir una grieta en la oscuridad del mal para permitir que la luz de la justicia penetre.—La muerte de Aurora también debe estar relacionada con su amplio conocimiento de este secreto, —reflexionó Víctor frunciendo el ceño.—Sí. De lo contrario, la señora Hernández, quien siempre ha sido bastante astuta y cautelosa en sus acciones, no hubiera perdido la compostura repentinamente y enviado asesinos para atacar a Aurora, intentando matarla para silenciarla—dijo Clara con rabia, apretando el puño con una ira incontenible y con los ojos enrojecidos.—Pero ella tiene mucho valor... ¡Atreverse a tener malas intenciones hacia ti!Víctor, furioso al recordar el encuentro de Clara esa noche, golpeó la mesa con gran fuerza, —¡Tienes cinco hermanos, uno de ellos es increíbleme