Capítulo822
—¡Es en momentos como este, que debes aferrarte a la mano de Irene! No importa lo que digan afuera, no debes soltar su mano jamás.

¿Crees que lo deseo? ¿Crees que quiero verla con Pol y no poder hacer nada al respecto?

—Abuelo, lo dije y lo hice. Puedes volverme a golpear ahora.

Alejandro apretó los puños con los ojos enrojecidos. —Puedes golpearme y regañarme, pero después, descansa. Luego, debes dejar atrás todo lo que solíamos ser Irene y yo.

—¿Dejarte ir? Entonces, ¿por qué te vas? ¿Vas a casarte con esa chica de la familia Rodríguez? — Fernando estaba tan enojado que su cabeza zumbaba y solo pudo mantenerse en pie con la ayuda de Adrían.

—¿Necesito casarme? Ya lo hice una vez, es suficiente. Puedo vivir sin casarme de nuevo. No tengo interés en tener hijos, además ni me gustan los niños.

Por alguna razón, cuando Alejandro dijo esto, cada palabra le pareció un puñal que atravesaba su corazón. No es que no le gusten los niños, pero si no puede tener hijos con la mujer que ama, la e
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