Capítulo275
¿Podría ser este él el príncipe encantado que tanto anhelaba encontrar la señorita?

En ese momento, tres lujosos coches negros se acercaron desde lejos.

El primero de ellos era un Maybach, y al ver la matrícula, Aarón frunció el ceño con frialdad.

Eran definitivamente hombres de Hernández, el vehículo de Alejandro.

Los coches se detuvieron, y César fue el primero en bajar del asiento del copiloto con respeto, abriendo la puerta cortésmente.

Con zapatos de cuero negro impecables y largas piernas rectas, Alejandro bajó del coche con una expresión seria, sus manos elegantemente abrochadas en el botón de su saco mientras caminaban con gracia.

—¡De verdad que me desagrada mucho verlos aquí!—Aarón maldijo en voz baja al ver el guapo rostro del hombre.

Unos segundos después, una mano delgada y pálida se asomó lentamente desde el coche.

—Alejandro, ¿puedes ayudarme a bajar?

Alejandro, de pie junto al coche, bajó la mirada y vaciló por un momento, frunciendo ligeramente el ceño, luego extendió
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo