Capítulo1905
—¡Joven!

Desde arriba, se escuchó el grito angustiado de Luisana.

Los párpados temblorosos de Rodrigo se levantaron de golpe, sus pupilas enrojecidas, ocultando una fuerte tormenta, se contrajeron una y otra vez.

En lo alto del trampolín de diez metros de la piscina, Luisana estaba atada de manos con una gruesa cuerda de cáñamo, junto con un matón de Walter apuntándole con un arma en la cabeza, al borde del peligro inminente.

Bajo sus pies, una altura realmente aterradora, ya que no había en ese momento ni una gota de agua en la piscina.

—¡Luisana!

La camisa blanca ensangrentada de Rodrigo estaba empapada de sudor frío. Apenas dio un par de pasos hacia adelante cuando de inmediato los matones de Walter apuntaron sus armas directamente hacia él, obligándolo en ese instante a retroceder.

—Joven, lo siento mucho—dijo Luisana, con los ojos llenos de lágrimas y la voz entrecortada.

Rodrigo la miró profundamente sin ni siquiera parpadear. —No tienes nada de qué disculparte, nunca lo has hech
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP