Capítulo1698
La forma en que el hombre actuaba dejó perpleja a la asistente.

Y la actitud de Javier, como si no le importara en lo absoluto, realmente la hizo creer que era solo un cliente común que venía a recoger su ropa.

—¡Hija, hija, deja de mirar! — Paula tiró con fuerza del brazo de Milagros.

—¡Mamá! ¡Mira qué guapo es ese hombre! ¡Nunca he visto en realidad a alguien tan guapo! — Milagros estaba emocionada como una niña.

—Ya está, ya está, eres la hija de una familia rica, no te comportes como si nunca hubieras visto el mundo. No importa cuán guapo sea un hombre, no sirve de nada si no tiene un gran trasfondo familiar poderoso. Paula la reprendió en voz baja y no pudo evitar echarle un ligero vistazo a Javier de reojo.

Por un lado, le parecía muy familiar.

Por otro lado, la mirada fría y sombría que les dirigía a ellas hacía que se le erizara la piel y le diera fuertes escalofríos.

Justo cuando la asistente estaba preocupada por cómo deshacerse de estas dos mujeres, se escucharon los firmes
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