Sin embargo, ¿Pol estaba tan seguro de lo que vio con sus propios ojos o de lo que escuchó? ¿Por qué se atrevió a salir en defensa de Clara?

—Jimena, solamente te lo preguntaré una vez más.

Pol se acercó paso a paso a Jimena, sus oscuros ojos brillaban con un frío resplandor que hizo que su cuero cabelludo se erizara. —Clara, ¿realmente te golpeó?

Jimena se quedó sin palabras.

—Ya somos adultos, pero debemos ser totalmente responsables de nuestras palabras. No esperes a que los hechos salgan a la luz, porque entonces no habrá vuelta atrás.

El silencio se apoderó del entorno mientras todos esperaban la fatal respuesta de Jimena.

En tan solo unos segundos, que a ella le parecieron eternos y angustiosos, finalmente cedió ante la abrumadora presión del hombre. No tenía sentido, simplemente le tenía un miedo inmenso, como si él le hubiera sostenido un cuchillo en el cuello. Ni siquiera había sentido tanto miedo de Alejandro ni de Rodrigo en el pasado.

—Tuvimos un pequeño desacuerdo con Clar