Capítulo1012
Clara se aferró a él con todas sus fuerzas, llorando y llamando su nombre en su oído.

Pero para ella, Alejandro, que respondía a cada palabra, ya no podía ofrecerle ninguna respuesta.

—¡Clara! ¡Alejandro!

—¡Clara! ¡Juan hermano está aquí! ¡Clara!

—¡Alejandro! ¡Estoy aquí!

En ese momento, Diego, Juan y Rodrigo finalmente se reunieron con ellos.

Diego disparó dos veces, una bala rompió la rótula del asistente, la otra alcanzó su brazo, y la ballesta cayó al suelo, causándole un dolor insoportable.

A pesar de eso, el asistente aún no estaba dispuesto a darse por vencido y, sorprendentemente, intentó arrastrarse hacia su arma para contraatacar.

Juan actuó rápidamente y en un parpadeo llegó a su lado.

Se podía ver su ceño fruncido con gran determinación, levantó el pie y lo colocó en la mano del asistente, luego torció fuertemente el brazo.

El grito desgarrador rompió la noche oscura, y el sonido de huesos rotos causó grandes escalofríos. La malvada mano del asistente quedó inutilizada por
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP