Francisco escuchó todo con una sensación de creciente malestar.

Inicialmente, solo quería usar esta oportunidad para conocer mejor a Daniela y acercarse a ella poco a poco. Pero al saber que era la esposa de Sebastián, cualquier pensamiento indebido de ese tipo desapareció por completo.

Sin embargo, no esperaba que el director del orfanato insistiera en continuar, mirándolo con una expresión que buscaba ansioso su aprobación.

Si llamaban a la policía, quien acabaría en graves problemas sería Francisco.

Francisco frunció el ceño: —Director, no tergiverse los hechos. Daniela fue insultada sin motivo alguno, debido a un asunto familiar mío, y eso es completamente injusto. Debería disculparse con Daniela de inmediato.

Dirigió su última frase a la señora Rodríguez.

La señora por completo, cerró los ojos y gritó muy furiosa: —¿Disculparme? ¡Prefiero morir antes que disculparme! ¡Si tienes el valor suficiente, mátame ahora mismo!

Francisco se sintió aún más frustrado.

El director intentó en e