Janice miró su figura en retirada y recordó las cosas que había comprado.

¿No estaría bien comer un bistec y una cena a la luz de las velas?

Pensando en esto, silenciosamente sacó lo que había preparado.

Mientras Christopher cocinaba un bistec en la cocina, ella arregló las cosas en el comedor en silencio.

Christopher salió de la cocina con los bistecs, solo para descubrir que el comedor había cambiado.

Todas las luces de la habitación se habían apagado, reemplazadas por varias luces de colores que brillaban como estrellas.

Sobre la mesa del comedor había una bonita vela, de un rojo brillante y parpadeante.

La mesa estaba cubierta con pétalos de rosas rojas, que lucían muy glamorosas a la luz de las velas.

Al ver esta escena, Christopher no pudo evitar mirar a Janice, que estaba de pie junto a la mesa.

"Qué vas a..."

Janice se sintió un poco avergonzada.

Por supuesto, ella no diría que estaba creando una atmósfera romántica.

Por lo tanto, dudó y dijo: "Yo ... encontré esta