Durante la cena, recibí mensajes de Travis. No respondí las dos primeras porque estaba escuchando a mi mamá hablar sobre su nueva promoción, pero después de que el tercer mensaje dijera "responde o voy a ir a casa" respondí rápidamente que estaba bien y cenando con mi familia.
Me estoy acostumbrando rápidamente a la necesidad de Travis de estar constantemente en contacto conmigo. Si alguna vez decide marcarme, supongo que la necesidad de enviar mensajes con tanta frecuencia disminuirá porque sabrá instantáneamente si algo anda mal conmigo.
La sola idea de que podamos conectarnos a una profundidad como esa me sorprende. Los humanos no tenemos nada por el estilo, pero siento que estoy lista para algo así con él.
Desafortunadamente para sentir esa conexión, tiene que morderme el cuello.
Estoy enviandole un mensaje antes de acostarme cuando recibo un mensaje entrante de Elias. Me animé e inmediatamente abro el mensaje. No hemos hablado desde q
Mi guarduia no tiene tiempo de agarrarme antes de que desaparezca en una neblina azul oscuro. Llego a una habitación oscura y vacía que se asemeja al interior de un almacén. Los suelos están recubiertos con una capa de polvo que espesa el aire de la habitación. Doy vueltas en círculos mientras busco una salida obvia, al menos siento que estoy dando vueltas. En realidad no, estoy extremadamente nauseabunda. Intento dar un paso adelante, pero me derrumbo con el primer paso. Me encorvo y me atraganto un par de veces, afortunadamente sin expulsar nada de mi desayuno. Cuando la habitación finalmente deja de moverse, observo mi entorno. Veo una forma oscura en el suelo a unos cinco pies de mí e instantáneamente retrocedo mientras evalúo el peligro. Una vez que veo el cabello plateado en el individuo, suspiro de alivio y corro hacia él. Elias se ve horrible. Está sudando profusamente y eso no es lo peor. Tiene heridas horribles en los brazos, la cara y el cuel
- Sabrían si usara mi magia para hacerlo. Cuando una persona la usa en el aquelarre, todos lo sabemos. El tipo de energía que necesitaría para sanarme... Ellos lo sabrían de inmediato. Le harían daño a Elena si intentaba algo. Asiento y aprieto los dientes con ira. Estoy enfurecida por la gente que él llama su "aquelarre". Todos son monstruos. ¿Cómo pueden dejar que sufra así cuando podría curarse fácilmente en minutos? Golpearlo no fue suficiente, pero ¿quieren que siga sufriendo durante semanas? Son despreciables. No quiero hacer un drama mientras se pone cada vez más enfermo, así que saco mi teléfono y pido un Uber. - ¿Qué estás haciendo? - Estoy ordenando un Uber para el hospital. No pensé que apreciarías que llame a una ambulancia. Antes de que pueda quejarse, lo callo. - Dijiste que tenías que curarte como un humano. Bueno, un humano iría al hospital en el estado en el que te encuentras. Entonces, vámonos. Puedes decirme lo que querías d
Ante esas palabras, Travis deja escapar un fuerte gruñido y acelera a mi alrededor para agarrar el cuello de Elias con fuerza. El jadea por aire mientras los brazos de Trav se tensan por la dureza de sus acciones. Dejo escapar un fuerte grito y pongo mis manos sobre sus hombros mientras lo empujo hacia atrás tan fuerte como puedo. No es una acción muy inteligente el que me enfrente de forma directa a un alfa iracundo. Pero estamos hablando de mi amigo que se arriesgo solo para informarme de los nuevos planes que tiene el aquelarre, es injusto que mi pareja sea una bestia cuando nos esta haciendo un favor. Se sienten como horas, antes de que afloje a regañadientes su agarre sobre y se aleje de él. Los ojos de acero de Trav se posan en mí y en lugar de que la ira se disipe, permanece. - ¡Nunca, te pongas frente a un hombre lobo enfurecido! ¡Si fueras alguien más, estarías muerta! Me alejo de él, un poco asustada por sus ojos negros y sus caninos a
Planto mis pies firmemente en el suelo mientras me recuesto sobre mis talones para mantener mi posición. Trav sigue moviéndose y mis zapatos comienzan a chirriar sobre el piso de linóleo del hospital cuando me niego a moverme. Él ni siquiera se da cuenta de mi lucha hasta que empiezo a sacar mis brazos de su agarre. - ¡No!- Digo con firmeza mientras aparto mis manos de las suyas. Definitivamente me dejó ir, porque no hay manera de que me escape de su alcance si no me lo permite, es demasiado fuerte- ¡El aquelarre casi lo mata! Puedes irte si quieres, pero yo me quedo mientras él se recupera. Travis deja escapar una risita sin humor. - Es lindo si piensas que voy a dejar que te quedes aquí con él. No, vas a regresar conmigo a la casa de la manada, donde puedes estar rodeada de guardias 24/7. No aquí en territorio sin marcar sin medios fáciles para mayor protección- Toma mi mano en la suya una vez más y me lleva hacia la puerta. Una vez más, planto mis pi
La puerta del dormitorio se cierra con un clic cuando me dirijo a la esquina opuesta de la habitación. Esta parece diferente de alguna manera, más lúgubre que la última vez que estuve aquí. ¿Cómo pudo ser tan cruel? ¿Cómo pudo decidir matar a un inocente tan fácilmente? Sé que no creía necesariamente que fuera inocente, pero ¿cómo podía actuar como juez, jurado y verdugo sin reunir toda la información posible? Elias es débil, ¡estaba inconsciente por el amor de Dios! Por mucho que odio admitirlo, lo que más me molesta no es el hecho de que se apresuró a matar a mi amigo, sino el hecho de que no me respeto. Envió a sus matones para sacarme pateando y gritando mientras se manchaba las manos de sangre innecesariamente y todo porque tiene esta venganza contra todos los miembros del aquelarre. Tuve que amenazarlo con algo profundo. Algo que mostraría la gravedad de sus acciones. Cuando Aker me habló de marcar, pensé que lo mencionaría cuando tuvi
Sin bajarme, me apoya por el trasero con una mano y me sostiene con una mano en mi espalda baja. Mis piernas envuelven naturalmente su torso mientras nuestros labios se encuentran a mitad de camino. Las chispas se esparcen por todo mi cuerpo y se sienten como pequeños fuegos artificiales lanzándose bajo mi piel. Por alguna razón, el beso parece mucho más significativo ahora que sé que me ama. Estoy mareada de solo pensar en esas tres pequeñas palabras. Estoy medio prestando atención cuando mi espalda golpea el colchón, mis pensamientos se enfocan más en el movimiento de mis labios y la sensación de aleteo que reside en mi vientre. Cada vez que su lengua roza la mía, mi centro se tensa de nuevo. Estoy llena de necesidad. Él siente que necesito un descanso para respirar, pero aparentemente no necesita oxígeno porque continúa besando mi cuello, lamiendo, chupando y mordiendo en su camino hacia abajo. No me sorprendería si mi cuello estuviera de un color púrpura brillant
No estoy muy segura de ser consciente de lo que comencé hasta que mis brazos están inmovilizados sobre mi cabeza mientras mis labios son besados con una fuerza dolorosa. Su cuerpo se inclina contra el mío, provocando que comience una hermosa fricción. Su mano izquierda sostiene mis dos muñecas para evitar que se muevan a cualquier parte mientras su mano derecha sube y baja por mi cuerpo. Siento su nariz acariciando mi cabello mientras inhala mi olor, cierro los ojos hipnotizada por la sensación, al percatarse de cada una de sus acciones lo sintió moverse lentamente de nuevo, sus labios rozaban ligeramente el lóbulo de su oreja, la esquina de su mandíbula, el lado de su cuello. Su mano viaja a mi cintura donde la agarra con fuerza antes de subir lentamente hasta llegar al dobladillo de mi camisa. Sus dedos rozan ligeramente mis costillas y mi espalda se arquea cuando una sensación de hormigueo sigue cada uno de sus toques. Agarra la parte de abajo de mi camisa y deja
Besa mi pecho y estómago, dejando un rastro húmedo hasta que su boca está justo por encima de la línea de mis bragas. Me mira, una vez más asegurándose de que estoy de acuerdo con lo que está haciendo. - Puedes decirme que pare en cualquier momento, amor. Si estás incómoda o... - ¡Quítalas ya!- Le grito, ansiosa por que me toque. Me congelo una vez que me doy cuenta de lo exigente y necesitada que sueno. El solo levanta las cejas ante mi pequeño arrebato. El brillo travieso en sus ojos traiciona sus verdaderos sentimientos sobre mi arrebato; le divierte mi entusiasmo. Me deja sonrojarme profusamente y tartamudear una disculpa durante unos cinco segundos antes de arrancarme las bragas con tanta facilidad como yo arrancaría un trozo de papel. Quiero quejarme por su agresiva pero sexy rotura de las bragas porque eran nuevas y bastante caras, pero en el momento en que comienza a besarme de nuevo, olvido de qué me iba a quejar en primer lugar. <