31. El hechizo

- Necesitamos hablar- dice Elias, con una mirada desesperada en su rostro. Casandra detiene su parloteo incesante el tiempo suficiente para mirar hacia arriba y verlo inmovilizándome con su mirada. 

- ¿Quién es éste?-  susurra en voz alta. 

No estoy de humor para responder a ninguna de sus preguntas con demasiada profundidad porque Elias está justo frente a nosotras. Todavía estoy bastante enojada con él por no saber respetar mi espacio, por lastimarme y por exigirme escucharlo cuando no estoy preparada para nada.

- No estoy de humor para charlar. ¿Vas a dejar que me vaya ahora? O necesito gritar antes de que alguien venga a salvarme de nuevo.

Casandra parece conmocionada por el tono que estoy usando.Por lo general soy pacifica y evito ser grosera, pero ultimamente me han puesto a prueba. Lo consideré un amigo hasta que se volvió agresivo. Puedo decir que lamenta sus acciones y quiere ser perdonado, pero eso no es algo que uno pueda apr

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