Y como lo acordado en treinta minutos Claude estaba esperando a Mariane, pudo saber que era ella fácilmente, por los tres niños que la acompañaban en ese momento, y porque su físico era demasiado similar al de Sara, ambas reflejaban la tristeza de como las habia tratado de mal la vida, su mirada estaba igual de apagada a la de su hija, y su cuerpo mostraba mucho cansancio. Los hijos de Sara eran muy parecidos a su madre, su figura menuda también mostraba que la vida no los estaba tratando para nada bien y es que a decir vedad, su madre que era la única que verdaderamente los amaba, estaba tan lejos y tan impotente de poder hacer algo por ellos, que era mas que evidente que el abandono estaba tocando su puerta poco a poco.

-Mariane, hola, soy Claude la abogada de sara ¿Cómo esta? - Claude le estira la mano, ella frágilmente se la toma y también se presenta.

-Gracias señorita, p