Isabella pasa saliva y al ver el acercamiento de Cristian, ella se hace a un lado, pero él muy degenerado la pudo agarrar, él la coloca contra la pared, haciendo que el lindo rostro de Isabella quede sobre la fría pared. Ella con su boca entre abierta intentando retomar aire, ya que Cristian descontrola cada parte de su cuerpo.

Es imposible admitir que las pantys de ella se mojaron, quizás suene masoquista, pero que el hombre de tu vida te tenga en esa posición, eso provoca lujuria, ella traga grueso.

Cristian al verla con sus labios entre abiertos, miles de dulces pecados se le pasan por la mente.

Él se acerca al oído de Isabella y se susurra de manera muy sensual.

—eres mía, mientras sigas siendo mi esposa, seguirás siendo solo mia— habla él con demandante, y luego lleva su mano a la entre pierna de ella, Isabella aprieta sus piernas, pero el miserable es muy astuto y pudo llegar a su intimidad —no puedes negar lo que causó en ti— Susurra él y luego pasa su lengua por la oreja de e