Desde el punto de vista de Calvin
—Calvin —llamó Grace en voz baja.Dejé de balancearme de un lado a otro y la miré.—Tienes que calmarte —me dijo.Quería calmarme, de verdad, pero no podía. Emily había estado en esa maldita sala durante horas. Podía escuchar sus gritos y lamentos en mi cabeza. Estaba sufriendo y me quería a su lado.—Al menos podrían haberme dejado cogerle la mano —dije en voz alta.—La doctora te dijo que te quedaras aquí y esperaras, hijo, ¿no deberías escucharla? —Preguntó.No, no debería escucharla. Toda la clínica estaba llena de hombres lobo, sabían exactamente quién era yo y cómo tratarme. No iba a quedarme sentado y seguir sus órdenes.Me adelanté, ignorando la llamada de Grace, y entré en la sala.Emily estaba tumbada en la cama con las piernas abiertas y sudadas mientras se apoyaba en los codos. Tenía el vestido subido hasta la cintura y dos de las comadronas estaban a cada lado animándola a pujar.Cuando sus ojos sDesde el punto de vista de EmilyMe acosté en mi cama amamantando a mi pequeño con una sonrisa en la cara.Calvin se sentó a mi lado mirando al bebé mientras Jason se apoyaba en el marco de la puerta de la entrada.Moví mi mano y toqué suavemente la mano del bebé.—Es tan lindo... —susurré.—Tiene tus grandes y hermosos ojos —Calvin respondió y luego se puso de pie—. Vuelvo enseguida —dijo y salió de la habitación.Miré a Jason frunciendo el ceño.—Acércate... —susurré.Se puso de pie, se acercó y se colocó frente a mí.—Has estado muy callado desde mi parto, ¿te preocupa algo? —pregunté en voz baja.Suspiró con fuerza y se sentó de espaldas a mí.—Estaba pensando y preguntándome lo bien que se debe sentir tener un cachorro —Él respondió.Me sentí mal y algo culpable, los dos eran mis mates, pero el que quería una familia conmigo era Jason. Incluso me pidió que empezara una con él.Moví mi mano y la presioné suavemente sobre la suy
Desde el punto de vista de CobiMe dirigí a la manada del Alfa Jason con una expresión fría en mi rostro.No me gustó el plan del Alfa ni sus órdenes. ¿Por qué demonios juntaron a las dos manadas sólo porque se habían reconciliado? No quería trabajar a las órdenes de nadie más que del Alfa Calvin, además odiaba la idea de compartir mi trabajo con otro bastardo.—Cobi, todo va a estar bien —Beca susurró a mi lado.Intenté pedirle que se quedara atrás y me esperara en mi manada, pero no pudo escuchar ni aceptar. Me pidió que la llevara conmigo y no tuve más remedio que aceptar.—No me gusta la idea de fusionar dos manadas en una sólo porque los alfas se han reconciliado —le dije honestamente.—¿Es realmente eso o es porque odias a Alfa Jason? —Preguntó.Suspiré con fuerza y le cogí la mano con la que tenía libre.—No odio a Alfa Jason, simplemente no quiero servirle. Juré y prometí mi lealtad a Calvin, no a él. Y odio la idea de compartir mi trabajo con
Desde el punto de vista de Ken—Quédate aquí en el despacho, Ken y yo nos reuniremos con ustedes en breve —dijo Marina en voz baja en el despacho.Beca seguía sollozando en el regazo de Cobi, con un aspecto muy triste. Intentó calmarla con todas sus fuerzas, pero no se detuvo.Supongo que me preocupé por ella para nada cuando desapareció. Incluso fui a buscarla en secreto cuando nadie me prestaba atención. En cuanto a Cobi, aunque hablaba mal y respondía a todo el mundo con frialdad, realmente se preocupaba por ella. Por mucho que no quisiera admitirlo, estaba en buenas manos con él.—¿Vamos? —preguntó Marina, y luego salió de la habitación antes de que pudiera responder.—Ahm... discúlpenos —susurré y salí, siguiendo a Marina escaleras arriba.En cuanto entré en su habitación, pude oler sus lágrimas incluso antes de ver su cara. Se quedó quieta de espaldas a mí, de cara a la pared.—¿No me he esforzado tanto estos últimos meses? ¿No he cambiado ni un poc
Desde el punto de vista de Beca—La razón por la que me preocupo tanto por ella es porque es humana y está sola. Sus padres la dejaron fuera de los confines de nuestra manada cuando era pequeña. Desde entonces tuve que pagar a una pareja de nuestra manada para que la criara como propia, no tenía fuerzas para dejarla fuera en el frío y la oscuridad. Creció ante mis ojos y la cuidé como lo haría un hermano mayor.Sollozaba en voz alta y apretaba la camiseta de Cobi entre mis manos mientras las palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza.Me dolió escuchar sus palabras. Hicieron que me doliera mucho el corazón. En ningún momento ni día Ken me había mentido. Sabía que sus palabras eran la verdad y eso era lo que más me dolía.No era un hombre lobo ni nada especial. Era un ser humano débil y frágil.—Cariño —susurró Cobi en voz baja.Parpadeé un par de veces antes de apartarme y mirarle con ojos borrosos.Ya estaba enfadado conmigo, ahora que resultaba qu
Desde el punto de vista de Cobi—¿Así que propones demoler el edificio de almacenamiento vacío y construir un gran orfanato para los cachorros huérfanos? —preguntó Ken con seriedad.—¿No sería estupendo que los pequeños estuvieran bien atendidos? —respondí.—Marina, ¿qué te parece? —preguntó seriamente.—Creo que es una buena idea —Me giré y tomé suavemente la mano de Beca entre las mías.—¿Qué te parece? —le pregunté en voz baja.Rápidamente levantó la mano libre y negó con la cabeza.—Oh no, no estoy en condiciones de estar en esta sala ni de participar —Respondió con seriedad, sorprendiéndome.—Eres mi compañera y yo soy un beta, eso te da todo el derecho a estar aquí y aportar lo que quieras —respondí con firmeza.—Tiene razón. Ahora eres compañera de un Beta, lo que significa que tienes más poder que los que están por debajo de su rango. Tienes voz y opinión —Ken respondió.—Bien, um... Me encanta la idea de que monten un orfanato allí. A
Desde el punto de vista de CobiMe desperté con un dolor de cabeza muy fuerte y me giré sobre mi otro lado mientras parpadeaba unas cuantas veces para aclarar mis ojos borrosos.Beca estaba durmiendo a mi lado, parecía un ángel.Suspiré mientras me sentaba erguido y la miraba intensamente. Ella yacía desnuda con unos cuantos moretones rojos en el cuerpo.La sacudí rápidamente con miedo.—Beca —la llamé suavemente.Abrió los ojos y sonrió.—Buenos días —Susurró con voz ronca mientras yo respiraba aliviado.—¿Estás bien? —pregunté con ansiedad.—Sí, ¿por qué? —preguntó ella, sentándose lentamente.Había algunas marcas de mordiscos cerca de su pecho y muchos chupetones visibles en su cuello—Mierda —susurré en voz baja.No recordaba nada. Miré a mi alrededor y me di cuenta de que estábamos en un pequeño dormitorio.—¿De quién es esta habitación? —pregunté.—Es mía. Estamos en mi casa —Respondió en voz baja.—Ahm... ¿cómo llegu
Desde el punto de vista de Marina¡Lamento, arrepentimiento total!«Nunca pondría el hechizo del lobo en la cerveza de nadie, ¡nunca más!»Me quedé quieta y me miré en el espejo.Mi cuello estaba magullado e hinchado por la brutal marca de Ken. Le miré en el espejo y vi que su mirada apuntaba al suelo.—¿Tienes algo que decirme? —pregunté fríamente.—Lo siento. —Susurró suavemente.Me giré y le miré seriamente.—¿Perdón por qué exactamente? —dije en voz alta.Levantó la vista y tragó con fuerza.—Por los dos —Susurró.—¡Me has hecho un nudo en la garganta, imbécil, si es que quieres tener hijos! —grité por encima de mi voz.—Um... quiero muchos niños contigo —Contestó mientras le lanzaba una mirada asesina—. Probablemente mi respuesta no era lo que querías oír —dijo con tristeza.—Claro, no es lo que quería oír, no podías dejarme dormir o parar incluso cuando te dije que pararas. Fuiste una maldita bestia sin razón en la cama —dije
Desde el punto de vista de BecaNos sentamos tranquilamente en la mesa a comer, sin hablar ni mirar a nadie. Cobi y yo estábamos bien, pero no estaba segura de que le pareciera bien que Marina le drogara. Y lo triste era que yo había participado en eso.—¿No queremos hablar todos? —preguntó Ken en voz baja.—No recuerdo una mierda —Cobi susurró en voz baja.Marina levantó su mirada del suelo y suspiró con fuerza.—Lo siento, todo fue culpa mía —respondió en voz baja.Cobi también levantó la cabeza del suelo y la miró.—No sólo tengo un ligero dolor de cabeza que no parece desaparecer, sino que tampoco puedo pensar con claridad. Lo que hiciste no estuvo bien, Alfa, que drogaras a Ken es una cosa, pero drogarme a mí es otra —dijo seriamente mientras Marina me miraba con una ceja levantada.Tragué con fuerza y respiré profundamente, luego lo dejé ir.—En realidad, Marina drogó a Ken, pero en cuanto a ti... yo... —respondí.Se movió y me miró con