Estoy observando a mi pequeño mientras se encuentra dormido y conectado a varios cables. Es increíble lo chiquito que es su cuerpecito debido a que nació prematuro.

Su cabello es rubio y sus ojitos son tono cielo como los de Juan Pablo. Sus manitas son pequeñas.

Los doctores no me permitieron salir de la cama, pero a mi no me importó y le pedí a Juan Pablo que me traiga con él a la sección de la incubadora.Quiero estar con él siempre.

Quisiera cargarlo y llenarlo de besos, pero no puedo más que observarlo.

—Es hermoso mi campeón y sé que heredero tú fuerza, Maia—El toma mi cintura—Los dos lo cuidaremos siempre.

—Tengo mucho miedo—Le confesé

—Ya escuchaste a los doctores sólo debe permanecer un tiempo en la incubadora.

—Casi se me muere, Juan Pablo.—No logro contener mis lágrimas

—Casi mi amor, pero él está aquí luchando por su vida y nos necesita fuertes para él. Mira..

Cuando me acerqué me percaté de que Juan David tiene una medallita su manito la cual reconozco a la perfección porq