*Lorenzo*

Han pasado varios dias desde que Fiorella regreso conmigo, y la he tratado como la b****a que es, la tengo en una de las recamaras de huespedes, no tiene derecho a compartir mi cama , cuando no ha respetado el lugar que tenia en mi vida, el ser mi esposa.

Ni siquiera me he atrevido a tocarla y eso me estab poniendo cada vez mas duro y furioso, necesitaba distraerme y justo hoy estaba por hacerlo, cuando escuche que entraba uno de mis mejores amigos a mi oficina.

En eso sono mi telefono y al contestar no pude evitar dibujar una sonrisa en mi rostro, "¡Hola hermano, qué pasa!" Gritó un feliz Adriano haciendo que  me riera un poco.

"Mi querido Adriano, que gusto verte infeliz,  ¿Cómo va tu trabajo?" le pregunte mientras lo escuchaba atento,