Capítulo 115

Nunca imaginé que un mensaje tan breve pudiera trastocar mi mundo

—Tu padre ha muerto

No sabía cómo sentirme en ese momento, El lobo que me crió para ser su peón y nunca su hija.

No sentí el dolor sino algo más complicado, un vacío extraño, confusión,

—¿Estás bien, Aurora? —La voz de Diego rompió el silencio.

—El no es mi padre, eres tu, Walker es solo el Alfa de la manada de Plata.

Diego, siempre sereno, parecía comprender mis emociones.

Él había visto de cerca lo que Walker me había hecho pasar. Nunca fue un secreto que yo era solo un medio para su ambición. Me preparó no para heredar su legado, sino para usarme como una moneda más en sus alianzas.

—Debes decidir si vas — dijo Diego con cuidado, como si tratara de no empujarme en ninguna dirección —No tienes que hacerlo —

Lo pensé. Lo lógico era quedarme. Mi relación con Walker había muerto mucho antes de que lo hiciera él, pero algo en mí gritaba que debía ir.

No por él, sino por mí. Porque si no cerraba ese capí