Después de que keira saliera de la mansión, Alfred tomó el teléfono y llamó a su señor, la secretaria contestó de forma inmediata
— Oficina del presidente, ¿En que puedo ayudarle?
— Soy Alfred quiero hablar con él presidente
— Lo siento, en estos momentos no será posible
— ¿Esta ocupado?
— Si, tiene una visita muy importante en su oficina
— Bien, entonces solo dile que devuelva la llamada, estaré esperando por ella
— Por supuesto
Alfred colgó el teléfono y se olvido del asunto pues esperaba que Emmett regresará la llamada para informar la hora de partida de su esposa, sin embargo el tiempo paso y no hubo una llamada de vuelta
En las oficinas Emmett seguía ocupado pues tenía un contrato por revisar para una asociación con una de las empresas de hosteler&iac
Antes de entrar en el ascensor se vio interrumpido, realmente fue algo molesto, aun así trato de guardar las apariencias, con un rostro calmado se detuvo y espero por la persona que se atrevia adetenerlo— Presidente aún quedan mucho que resolver, tenemos que terminar de revisar la próxim— Lo revisaré luego— Pero Presidente yo— Nunca me dijiste que Alfred llamó dos veces— Usted dijo que no quería ser molestado e incluso le dije que le llamaban, recuerde usted dijo que estaba ocupado— Solo por esa razón es por la cual estas parada en este momento frente a mi y no frente a recursos humanos, ahora más vale que no me detengas más— Lo siento señorRebeca se quedo helada ante la última mirada dirigida a ella, estática se quedo sin siquiera mover un solo cabello y vio como desaparecia Emmett mientras las
Emmet subió de nuevo al auto, no quería pensar en lo sucedido, Emily tenía razón él también era culpable de robarle la vida a Keira, de alguna manera se sentía muy infeliz por aquellas palabras, era cierto que la había comprado pero también era cierto que quería hacerla feliz— Alfred, ¿Crees que esto es lo correcto?— Disculpe señor pero, ¿Qué es lo que está tratando de decir?— Sabes bien de lo que hablo— Solo quería confirmar, después de todo yo no me siento cómodo hablando del pasado señor Emmett— ¿Y tu crees que yo lo hago? Alfred vivimos en el presente recordando el pasado por que siempre hay algo que nos hará arrepentirnos, pero no hay forma de volver al pasado para cambiarlo y es por esa razón que ahora debemos tener esta conversación para que en el futuro no nos arrepentimos de este presente— Bien, esta en lo correcto señor pero aun así yo prefiero no traer el pasado a esta conversación— Nunca imagine que fueras tan cobarde Alfred, ahora veo por qué no disparaste, simplem
— Lo siento señor Alfred pero, p-pero allá afuera...— ¿Qué hay afuera?— Una mujer en un taxi— ¡¿Qué demonios dijiste?!— Un taxi, un taxi está ahí afuera dijo claramente que había una mujer en el y al parecer no está bien, pidió el acceso ya que el solo está haciendo su trabajo, a él le dieron esta dirección pero yo debía preguntar primero, entonces que hago— ¡Eres un idiota! Dale el paso ahora mismo, yo iré a informar al señor Emmett, asegúrate de que el taxi entre, no dejes que se vaya, de lo contrario estarás en problemas— Lo haré señor AlfredAlfred corrió escaleras arriba hasta llegar a la habitación de Emmett, cuando estuvo frente a la puerta no lo dudo, tocó una vez y entró sin esperar respuestaEmmett estaba recostado boca a bajo, no podía dormir apesar de que era muy tarde, su mente estaba hecha un lío, además de que estaba preocupado por la seguridad de Keira, el sonido de la puerta abriéndose interrumpió sus pensamientos, ni siquiera tuvo tiempo de procesar el sonido,
Estaba sentado a un costado de la cama, sus pies chocaban con el sueño ritmicamente, el nerviosismo era difícil de ocultar, necesitaba que ella estuviera bien, eso era todo lo que a Él le importabaEl tiempo parecía transcurrir de forma lenta pues sólo habían pasado 30 minutos y Él sentía que habían sido ya dos horas de espera continua, se paro y comenzó a dar vueltas en la habitación hasta que una voz le hizo correr a la habitación de baño— He terminado señor, ¿Podría usted ayudarme?Emmet no espero que se le llamara dos veces puesto que entro de inmediato, tomó la bata se la entrego a Paulette para poder levantar a Keira, una vez que la sostuvo contra su cuerpo le ayudó a colocar la bata y la ato, la cargo y le llevó hasta la cama— Necesito una toalla para secar su cabelloPaulette le paso una toalla con la que comenzó a secar su cabello suavemente y lentamente, Keira aún no estaba consciente así que al sentir el movimiento de Emmett sobre su cabello comenzó a llorar, sus lágrimas
La luz se filtro a través de la gran ventana, Emmett quien ya se encontraba despierto dirigió su mano hacia la frente de Keira y dio un respiro de alivio al sentir que su temperatura era normal, después de todo no había dormido muy bien pues tuvo que estar pendiente durante la noche para no lastimarla, también para retirar el suero a la hora adecuadaCon un movimiento delicado se deslizó para poder salir de la cama, pero aun con todos los intentos Keira abrió los ojos, Emmett se quedó quieto pues el prefería que ella descansará más para poder recuperarse por completo, no se movía como si al hacerlo en automático ella cerraría sus ojos como lo hacían los bebés, sin embargo ella lo miró fijamente— Emm ¿A dónde vas?Su voz era baja, sin fuerzas y sin embargo sonaba dulce a los oídos de Emmett, él le sonrió, se acercó a ella y beso su frente— Estaba por ir a la cocina para que subieran el desayuno para cuando despertarásKeira cerró los ojos y guardo silencio un rato, Emmett no se movio
— Esta bien, esta bien, ya todo estará bienEmmet deslizaba su mano en la espalda de Keira intentando transmitirle seguridad, aquella persona en sus brazos estaba dolida y frustrada— MentirosoEmmet la miró, sus ojos rojos aún contenían lágrimas, se miraba muy linda tratando de contener las gotas que amenazaban con salir— ¿Por que dices que soy un mentiroso?— Por que nada estará bien, mis ojos y mi rostro estarán hinchados y me veré fea muy feaEmmet soltó una carcajada que resonó en la habitación, tomó su cara acunandola en sus manos y le sonrió— Para mi siempre seras hermosa, no tienes por que pensar lo contrarioKeira se lo miró sonrojandose, aquel hombre ya estaba muy dentro de su sistema, era imposible eliminarlo— Ven levántate, tienes que desayunar, hoy será un día muy largoEmmet le ayudó a levantarse de la cama, ella fue directo al cuarto de baño para lavarse y regresar a desayunar junto a él— ¿A dónde iremos?— No te diré, es una sorpresa, sin embargo puedo decir que te
Emmet camino hasta su habitación, se lavo el rostro y parecía más feliz de lo usual, la mujer que amaba tan profundamente había vuelto por ella misma, ahora se podría considerar que ya no era una prisionera, era la señora de la mansión Dankworth era su esposa por voluntad propia, cuando salió del cuarto de baño para buscar ropa y poder darse una ducha, todo para poder estar listo a tiempo pues no quería hacer esperar a su dulce señora, se percató que Alfred lo esperaba en la habitación— Tienes algo muy urgente que decirme supongo— Así es señor— Bien tienes 5 minutos para decirlo ya que estoy muy ocupado— Ayer después del regreso de la señora, recibí una llamada del hospitalEl ceño de Emmett se frunció, sin embargo siguió escuchando sin interrumpir a Alfred— La doctora Gastrell, me llamo en la madrugada una hora después de la aparición de la señora Keira— ¿Por que llamaría el médico personal de mi esposa?, ¿Keira esta enferma?— También estuve sorprendido sin embargo no se trata
Emmet tomó a Anne en brazos y la llevó escaleras arriba hacia una habitación, la cual estaba acondicionada por si algún miembro de la familia los visitará, abrió la puerta y camino hacia la cama, una vez ahí la depósito suavementeEmmet estaba muy confundido, no había forma que él tomara en sus manos evidencia pues para eso tendría que levantar la ropa de su hermana y Él la respetaba, aun así no creía en lo que ella le habia dicho antes de desmayarse, Anne era inteligente pero Él era alguien que no confiaba plenamente por lo menos hasta que se demostrara con hechos y pruebas las palabras dichasAlfred tocó la puerta y entró a la habitación, encontró a Emmett dando vueltas al rededor y a Keira sentada sujetando la mano de Anne quien seguía inconsciente— Señor ya he llamado a la doctora Gastrell, ella estará aquí aquí media hora— Es mucho tiempo— Le dije lo mismo, aun así dijo que no podía llegar más rápido— Bien, habrá que mover su residencia cerca de la mansión para evitar estos