CAPITULO 58

Victoria en ese momento tuvo que ayudar a Clara que se había desvanecido en el suelo, para Clara todo esto se estaba convirtiendo en una pesadilla.

—¿Qué tantas de sus capacidades motoras puede llegar a perder?— Roberto le preguntaba a Victoria para saber qué tan grave era el daño mientras Cristóbal solamente se sentaba en un sillón.

Era claro que el aire que se respiraba en aquella casa era de tragedia y sobre todo, en medio de esta situación difícil Había algo que les hacía sentir derrotados por el mal.

Cristóbal había querido a su hermana desde el momento de su nacimiento, él era quien le había pedido insistentemente a su padre que le diera una hermanita para poder protegerla.

Nunca puedo entender en qué momento Mariana había despertado este odio intenso en su contra que parecía que comerle alma.

— Bueno, la verdad es que necesitamos que despierte para saber con exactitud, sería un poco irresponsable de mi parte que les dé una respuesta cuando no hay un dictamen médico