CAPITULO 31

Victoria se sentía muy débil, tomo un poco de agua y decidió salir de aquella habitación esperando que no hubiera muchos escoltas.

A pesar de que parecía que todo le daba vueltas, su única finalidad era llegar hasta donde su hijo.

Recordaba En qué habitación se encontraba el pequeño Bob, al abrir la puerta se encontraba el pequeño jugando.

—¡Mamá ! — grito el pequeño con una gran sonrisa en su mejilla — Sabía que el caballero había escuchado mi oración, Y qué me había cumplido el milagro de despertarte —.

Bob aún creía en la fantasía que le había metido en la cabeza, Pedro, en la que como si fuera un cuento de hadas le aclaró que Victoria estaba en un sueño profundo ocasionado por unas brujas.

— Tenemos que irnos de inmediato de este lugar — Victoria le dio un abrazo tan fuerte, que sentía que la vida misma volvía a su lado.

— ¿Nos vamos a ir con papá Pedro?— el niño aún sigue creyendo que el hombre de la máscara era su padre, Pedro había aprovechado para manipular la ment