Alejandrina pudo ver las intenciones del terrible hombre, la última vez que lo llamó así, la cargó en sus hombros hasta la habitación conyugal sin importarle quién estuviera observando, la encerró y le hizo el amor toda la tarde sin descanso

Emilio no le dejaba pasar a Alejandrina que lo llamara ordinario, el Ceo no se consideraba esa palabra ni mínimamente, se acercó a ella fijando su fría mirada en los verdes ojos de Alejandrina haciéndola estremecer de miedo, el Ceo estaba dispuesto a darle una lección, tomó la mano de Alejandrina para ponerla en su ya duro miembro

Sube y baja tú mano lentamente... ordenó imponente

Alejandrina se sonrojó cómo una manzana madura, trató de quitar su mano pero Emilio no se lo permitió, si quitas la mano pondrás tu boca en su lugar, amenazó

Alejandrina no tuvo más remedio que seguir, al principio la sensación era un poco extraña, ella realmente no tenía demasiada experiencia en el sexo, después que sintió la dureza y la lubricación de Emilio entre sus m