SOLA

SOLA

Clara llora tirada en el suelo, la vida le acaba de jugar una mala pasada, una que no sabe cómo resolver, acaba de perder al gran amor de su vida y lo peor de todo no sabe cómo decirle a su hija que no sabe quién es su padre, no sabe nada de ese desconocido con el que pasó la noche, su rostro, su cuerpo fueron tan solo una silueta pus ella todo el tiempo pensó en Juan a la hora de entregarse a sus brazos.

Se levanta y se dirige al baño, limpia la mancha de sangre de labio lastimado, nunca pensó que se vería en este predicamento, su vida acaba de dar un giro inesperado de 180° que la dejo completamente mareada y sin saber que rumbo debe tomar, camina saliendo del lugar con el rostro lleno de lagrimas.

Va al bar de su única amiga, Gina, las dos se conocieron en el orfanato cuando eran niñas y es la única persona a la que puede llamar familia aunque su relación está deteriorada desde hace unos años pro culpa de Raquel que le exigió a Clara no volver a ver a Gina por ser lesbiana algo que según la mujer elitista era mal visto para el círculo de amigos de su esposo así que Clara se alejó de ella.

Gina es la dueña de un bar en el centro de la ciudad al estilo rockero muy conocido, la mujer que tiene el cabello tinturado con tatuajes en sus brazos y un piercing en la nariz la ve llegar, siente alegría pero no quiere demostrarselo, está lastimada por el abandono de Clara cuando las dos habían prometido ser una sola.

— Ese milagro — le sirve una bebida mientras la lleva hasta la parte de atrás del bar para poder hablar mejor una frente a la otra —¡¿Que te paso?!— exclama al ver el golpe hinchado en su rostro.

— Todo el mundo se vino encima de mí — llora Clara mientras toma la mano de su amiga, no tiene más refugio que ella acaba de perder a su familia.

— Si ese desgraciado de Juan te puso una mano encima soy capaz de matarlo — Gina le da un golpe a la mesa desde que eran niñas se ha encargado de cuidar de Clara y ver que alguien la tocó le duele.

— Fue un accidente que no se va a repetir, Juan y yo nos vamos a divorciar — La voz de Clara se quiebra y lo único que puede hacer es beber el trago.

—¿Porque te maltrata?— Gina fue testigo de cómo su padre golpeaba a su madre hasta llevarla a la muerte dejándola a ella sin un futuro por eso odia a los maltratadores.

— No, mi suegra le hizo una prueba de ADN a Alina y descubrió que no era hija de Juan — Clara no sabe cómo decir esto sin sentir un vacío en su pecho que la ahoga con fuerza.

—¡¿Que?!— exclama Gina que conoce a su amiga a la perfección — Eso es imposible, tú eras virgen cuando te casaste con él y hasta donde recuerdo te embarazaste en el crucero ¿Como es posible?¿Le fuiste infiel con Santiago?— pregunta Gina completamente consternada.

— ¡No tuve nada con Santiago!— grita Clara generando las miradas de los presentes, está cansada de la misma acusación, Santiago era su amigo nada más que eso y una de las mejores personas que conoció en su vida que se alejó también por las intrigas de Raquel.

— Quiero entender que sucede, Juan ha sido el único hombre de tu vida ¿Que pasa?— pregunta Gina bajando un poco el tono de voz y dándole su apoyo

Clara le cuenta lo que sucedió, cree que esa noche en la que todo fue confusión pudo ocurrir aquello, es la única ocasión en la que está segura no estuvo con Juan y ahora no sabe quién es el padre de su hija

— Creo que lo mejor es aceptar que soy madre soltera, nadie va a creer mi loca historia — llora.

— Vamos a buscarlo, tu decide si es digno de ser el padre de mi sobrina ¿Donde esta ella?— pregunta Gina que quiere alzar un poco el ánimo de su amiga.

— Está con unas amigas el fin de semana la quería lejos de la ciudad hasta que no supiera los resultados de los exámenes — Clara quería proteger a Alina de toda la locura que se estaba creando a su alrededor del dolor que siente en su pecho, en el fondo tenía miedo de confirmar que lo que decía su suegra era real.

— Está noche vamos a desahogarnos y te juro que voy a buscar al hombre que te embarazo, le vamos a dar un rostro al padre de tu hija — Gina le sirve otra copa.

La noche pasa y Clara bebé en extremo, quiere apagar con licor su dolor, sentir que la estabilidad que tenía era de papel y se esfumó la dejo completamente vacía, quiere recuperar su vida a su esposo y la familia que tenían pero lo que pasó es la mayor prueba a la que se pueden enfrentar.

Clara canta y baila mientras la bebida se acumula en su cabeza generando un leve malestar de estómago pero haciendo que la sensación de tristeza de su pensamiento sea menor, la noche en el bar es el perfecto complice para el baile y el amor.

El lugar es muy popular así que la gente aprovecha para pasar el tiempo con sus seres queridos en medio de los shot y los besos.

Clara tropieza con un hombre guapo que la sostiene de la cintura —¿Esta bien señorita?— pregunta mientras la ayuda mantenerse en pie.

— Hace mucho deje de estar bien — responde mientras invita a su nuevo amigo a un trago — Me llamo Clara, ex de Nogal ¿Y usted?—.

— Soy Rafael y espero que se quite el Ex de Nogal para ponerse el De la Colina — bromea el hombre.

Clara y Rafael sienten una atracción inmediata quizás por los tragos o por el ambiente, es como si se conocieran de toda la vida, además Rafael se siente atraído por el olor a chocolate de la piel de Clara ,un olor que se quedó en su cabeza desde hace algunos años cuando aún era un joven idiota universitario.

Clara lo toma del cuello y lo besa sin más, el accede a ese beso los dos están tomados así que Rafael quiere poner algo de distancia 

— Creo que estás tomada y no está bien — quiere ser un caballero además desde el segundo 1 ella le interesó y quiere su teléfono para hablar con ella lejos de el bar y en un ambiente más formal.

Clara no sabe lo que hace, el alcohol está haciendo daño a su racionamiento — No quiero pensar, solo quiero que me hagas el amor en el baño — ni ella misma sabe en qué momento dice esas palabras pero todo lo que está pasando la saca de su zona de confort, en el fondo su plan es probar que si puede reconocer al hombre del crucero.

Los besos son intensos y aunque Rafael se resiste la mayor parte del tiempo cede, los dos se encierran en el baño de mujeres, el la agarra del trasero y la sube sobre el lavado ella abre las piernas para que él tenga más acceso a ella, Rafael le quita la blusa para poder saborear sus senos mientras ella gime en su oído — Tu olor me da familiar — dice Rafael mientras le pide que baje el cierre de su pantalón para sentir sus suaves manos en su falo.

Clara se aleja, se baja del lavado — No soy una calienta huevos, esto es un error — dice entrando en razón al ver que está cometiendo un error.

Sale del baño y Gina ya se dirigía alli para evitar lo mismo que ocurriera un error — Pense que habías caído en las manos de Rafael — lo conoce muy bien es su amigo y confidente.

— Yo no puedo dejar que esto termine así, amo a mi esposo y quiero que regrese y asumamos esto — Clara le da un beso en la mejilla a su amiga con la promesa de regresar

Rafael sale del baño con una gran erección dentro de su pantalón —¿La conoces?— pregunta a Gina pues está fascinado con la mujer.

— Es mi amiga y créeme no será tu amante ocasional, deberías estar con tus suegros y novia cenando ya — Gina le enseña el reloj y Rafael suspira debe soportar lo que el llama " Una tortura china".

Clara necesita hablar con Juan, explicar todo lo que sucedió esa noche, quiere que la escuché que le dé la oportunidad de hablar de decirle la verdad de lo que sucedió en intentar salvar su matrimonio, pide una llave en la recepción que le dan de inmediato pues en la mañana Juan dio esta autorización para su esposa.

— Juan se que vengo de sorpresa pero tenemos que hablar ... — Clara deja caer las llaves al suelo, su corazón se rompe de inmediato tan fuertemente que le duele el pecho.

— Yo puedo explicarlo — dice Juan.

¿Que puede explicar? Laura su supuesta mejor amiga de la juventud, la misma que siempre estuvo tras el, está desnuda encima de él, Clara lo vio todo es evidente que hacían el amor.

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