NARRADOR

Emma después de tocar se fue a descansar en su habitación, mientras que Taylor no dejaba de pensar en lo que debía hacer para hacerla sonreír al día siguiente, pues no le gustó verla llorar por extrañar a sus padres.

Con eso en mente subió a la habitación que comparte con su hermana quien estaba terminando de arreglar las cosas que se llevara al día siguiente a la universidad, como vio que su hermano no dejaba de mirarla, volteo a mirarlo y preguntó

- que quieres? ¿Porque me miras así?,- pregunto Thalia con las manos cruzadas

- que hace so reír a alguien chicas?,- pregunto Taylor evadiendo la mirada de su hermana, thalia sonrió inconscientemente, pero no quiso molestar a su hermano por miedo a que se cierre con ella, pues es la primera vez que su hermano busca ayuda en ella

- bueno, depende de que tanto quieras que sonría,- responde Thalia

- quiero que sonría mucho, quiero que esté siempre sonriendo, - responde Taylor

- bueno, entonces creo que tengo una idea, pero le daremos esa sorpresa a Emma mañana hoy ya es tarde,- Responde Thalia terminado de arreglar sus cosas para el día siguiente

- como sabes que es para Emma?,- pregunto Taylor apenado al verse descubierto ante su hermana

- por favor, Emma es la única chica que te ha hecho ser un poco sociable, así que no creo que quieras hacer sonreír a nadie más que a ella, - Thalia

Taylor no dijo nada y simplemente se cambió para dormir y entró a su cama en donde tardo un poco en conciliar el sueño, pues Emma estaba dando vueltas en sí cabeza.

A la mañana siguiente Emma tuvo que salir antes de que todos despertarán del departamento, pues recibió una llamada de su abogado, más bien el abogado de sus padres informándole que encontraron el lugar donde tu tutor legal vendió la el collar que pertenecía a la madre de Emma, ese collar pasaba de generación en generación, de madre a hija y pues Emma debía recibirlo al cumplir sus 18 años, pero al igual que su herencia su tutor legal lo perdió y Emma quien anhelaba tener el collar de su madre quedo muy triste al no poder recibirlo a sus 18 años como su madre lo tenía planeado.

Emma se reunió en una cafetería con el abogado y este la llevó a la joyería donde debía pagar ella nuevamente por el collar y aunque era micho dinero, a Emma no le importaba posponer la compra de su ropa o el hecho de que ya necesite un celular nuevo pues el que tiene ya está muy viejo y tampoco le importa que hace más de seis meses no se hace un chequeo médico y tampoco el hecho de que ya casi no tiene protector solar para el cuidado de su piel que es muy delicada, ahora solamente le importa tener entre sus manos ese legado que su madre, su abuela y bisabuelo preservan en ese collar.

después de pagar el collar Emma por fin pudo ponérselo en el cuello y eso la lleno de felicidad y recuerdos de su madre usándolo, además recordó cuando ella le habló sobre el y le dijo que algún día ella se lo entregaría.

- ya lo tengo conmigo mamá - dice Emma emocionada tocando el collar que ya tiene al rededor de su cuello

Después de recuperar el collar de su madre Emma habla con el abogado sobre su caso, pues ella espera que atrapen a su tutor y recuperen por lo menos una parte de la herencia de sus padres, pero no obtiene buenas noticias, pies parece que a su tutor se lo trago la tierra.

Sin más nada que pueda hacer para encontrar a su tutor Emma camino hasta la universidad, pues de ahora en adelante debía ahorrar dinero, porque gasto todo lo que tenía recuperando el collar de su madre, Emma viendo su situación y que ese collar no sería el único por el que debía pagar, ya que su tutor vendió muchas cosas con valor sentimental de sus padres, ha considerado dar clases de piano los fines de semana.

Emma conoce una escuela donde enseñan música los fines de semana a los niños y a algunos adultos, así que pensó en ir y hablar con el dueño para que le permita enseñar ahí y ganar algo de dinero extra, pero eso lo haría el fin de semana porque, ahora debía ir a la universidad.

en el departamento de Emma todos se sorprendieron al ver que no estaba, pues todos la esperaban para desayunar especialmente Taylor, pero cuando fueron a su habitación y ella no respondió, se atrevieron a entrar y vieron la cama hecha y no estaba su bolso, así que asumieron que salió temprano, lo que causó algo de tristeza en Taylor, pero el lo disimulo delante de todos.

Cuando todos se fueron a la universidad, Thalia se llevó a su hermano a compra algunas cosas y a pagar para que las llevaran al departamento y las acomodaron donde ellos le indicaba, además le pagaron algo al portero para que dejara pasar las cosas sin decirle a nadie, después de todo no era nada malo lo que querían meter al departamento, así que el portero fingió no ver nada, incluso ayudó a llevar algunas cosas arriba, luego volvió a su lugar como si nada pasara.

El conoce a Emma desde muy chiquita así que pensó que ella estaría muy feliz con las cosas para ella y por eso los ayudo más que por el dinero que pagaron lo hizo por el aprecio que siente por la pequeña Emma.