NELLY
—Llamé a la policía. —dice David, ganándose nuestra atención, bueno, ganándose la mía y la de Alicia al menos. Está al lado del cuerpo de Johna y tiene un celular ensangrentado en su mano derecha. Arrugo la cara cuando me doy cuenta de que revisó la ropa del muerto en algún momento de esos minutos que estuve distraída. —¿Dónde está Katiana?— Habla de nuevo y lo miro.
—Huyó poco después del tiroteo. Alice revela y sigo su mirada hacia la puerta abierta. Otra corriente fría me atraviesa y me eriza el vello de los brazos.
DAVIDSalgo de la habitación de la mujer que amo con el corazón roto, hemos pasado por mucho en poco tiempo y no quiero causarle más estrés. Tendré que tener cuidado de ahora en adelante, tuve una conversación seria con el médico y descubrí que el embarazo podría ser riesgoso. Nelly estuvo expuesta a una situación detensión y cualquier discusión acalorada puede provocarcomplicacionessin embargo, no me rendirésu,de nosotros. tengo un largo camino por recorrerconseguirtu perdón y haré lo que me pidas.Voy al baño y me lavo la cara, tengo marcas severas alrededor de la boca y los ojos. El lado positivo es que gané empatía con ella, vi en sus ojitos que todavía se preocupa por mí.Tomo el celular y marco el número de Eduardo, pasando el mensaje de que sé que aceptará, porque él también le debe a mi chica y hará lo que sea para extinguir su culpa. No estoy de acuerdo con dejar que Kaciana se salga con la suya a pesar de lo que dije antes, para mí es tan peligrosa como Carlota. Pero, esa de
DAVIDPaso el resto del día empapada en casa, llamando a la recepción del hospital cada quince minutos en busca de noticias, hasta que me remiten para hablar directamente con su enfermera, la misma con la que hablé antes y recibo información que me tranquiliza. También llamo al hospital donde está internada Kiara y me alivia saber que a pesar del golpe que en su cabeza, su estado no es grave, al contrario, no hubo secuelas y pronto podrá salir. Tenía miedo de contarle a Nelly sobre la condición de su amiga. Edu también me llama y me revela sus preocupaciones sobre Kaciana, quien, al parecer, contó una sola versión sobre su relación con Carlota y el secuestro al delegado.Cuando despierto me siento extraño, vacío, la cama parece lo suficientemente ancha para una familia de elefantes o toda mi soledad.Soledad.Esa palabra nunca me pareció tan amarga, como solía ser mi más dulce castigo. Estar solo fue el destino que elegí hace años, cuando creía que mi vida había perdido su brillo y re
NELLY—No hay necesidad de quedarse.—dyo, apartando la mirada de los lirios plateados hacia la bandeja con los restos de comida que Carmem habías, me olvidó encima de la cómoda. Que es extraño, teniendo en cuenta cuanto insistió con la otra enfermera que haría esta tarea.—insisto en tomarlo para casa.—Edu dice, sonriendo sin mostrar los dientes, pero aún incapaz esconder tu malestar en el fondo, sé que está tratando de compensar lo que hizo su hermana y hasta entiendo su insistencia, pero prefiero estar sola.Por qué insistir cuando es obvio que mi la compañía también¿te duele de alguna manera? Yo reflejo.—Todo bien.—El cable estar de acuerdo, dedicando los próximos segundos mi atención en la aguja adherida a la vena de mi mano. Vitamina, dijo el médico después de la batería de pruebas que me hicieron.Vitaminas y una dieta equilibrada.Alimentación regulada.Las palabras todavía bailan en mi cabeza. Nunca supe lo que es tener uno.—¿Usted necesita algo?—La voz arrastrada de Edward
NELLYTodo sucedió tan rápido que solo noté que David empujaba a Edu contra la pared, cuando una enfermera comenzó a gritar y llamar a seguridad.Entraron dos hombres a la recámara unos segundos después y terminaron la pelea, el más alto sujetando a Eduardo por la cintura, impidiendo su avance, lo que por mucho fue la idea más sabia considerando la mirada asesina en su rostro. NELLYMe estoy rindiendo contigo, con nosotros. De todo.La frase resuena en mi cabeza mientras veo a Gerald, el personaje principal de la mejor película romántica que ha producido el cine francés, romper a llorar, sentado en el último banco de la boda de su amigo de la infancia, cuando finalmente le dice que sí al único hombre. En los cien minutos completos de metraje que no se dio cuenta de su tartamudeo.Debería estar triste por el resultado de la historia, pero no lo estoy. GiuliCapítulo 72
NELLYAlice sonrió sin mostrar los dientes, una sonrisa nerviosa y FALSO eso me hizo dar dos pasos hacia atrás detrás.—¿Yo puedo entrar?—miró más allá de mí, mirando por encima de mi hombro y estudiando mi habitación.
DAVIDUnos minutos antes...Presiono el teléfono contra mi cara tan pronto como veo a la mujer parada frente a la puerta de Nelly, por suerte o por desgracia ella también me mira a los ojos y mantiene su mano suspendida en el aire. Kaciana se apresura a enderezar su postura y ocultar su expresión de disgusto cuando me acerco, pero de todos modos capturé su brazo con fuerza.Serpiente.—¿Qué demonios estás haciendo aquí?— Gruño, actuando rápido cuando ella intenta decir mi nombre de manera seductora. Miro fijamente el teléfono que tengo en la mano libre y cuelgo enojado. Me enfurece que omita el nombre de la persona cuando menciona el encuentro, pero ya debería haber sabido que su madre tuvo algo que ver en eso.—¡Déjame ir!— Kaciana grita, intentando golpearme la cara con sus largas uñas. Abro la puerta que accede a las escaleras de emergencia y la empujo justo cuando se abre el ascensor. Cuando mis ojos vuelvan a la mujer, ¡estoy seguro de que puedo quemarla viva!—Con todo placer.—L
NELLY—¿Qué le sucedió a ella? David se agacha a mi lado, comprobando el pulso de Alice mientras yo mantengo su cabeza en mi regazo y trato de no asustarme.—Se desmayó, tenemos que llevarla al hospital. Digo, con urgencia y pánico en mi voz, mirando el rostro pálido de mi mejor amiga y la sangre manchando su ropa. Los dedos de David tocaron los míos durante unos milisegundos antes de tirar de su peso sobre él y levantarla del suelo, gritándome que la siguiera. Yo hice. Mis pies siguieron sus pasos hasta el ascensor y luego hacia el garaje hasta su coch