¿Que me esta pasando?, El deseo esta creciendo de forma asombrosa, mi piel se eriza cuando sus fríos labios tocan mi piel. Mi cuerpo arde deseando más de lo que sus labios provocan en mí. Cuando sus labios rozaron los míos todo se desencadenó.
Lujuria y pasión arden dentro de mí, escucho como arranca mi blusa dejándome solo en escote, gruñe cuando muerde mi clavícula, sus dedos se aferran a mi cintura mientras en un segundo nos encontramos en la cama de mi amiga.
—¡No, espera!. —dije con la poca cordura que tenía. —No puedo hacerlo, no puedo engañar a Bastián.
Su mano derecha me toma de la nuca mientras mordisquea mis labios avivando aún más el fuego que nos intenta consumir.
—Esto no es un engaño y lo sabes. —mi cuerpo se estremece cuando su mano baja lentamente hasta detenerse en mi vientre. —Tu
—¿A quien eliges?.No puedo elegir por uno de ellos. No puedo hacerlo. Ambos me ven, esperando que tomé una decisión definitiva pero no quería hacerlo. Observo sobre mis pies mientras me doy cuenta que estoy a la orilla de un precio.—¡Alira!..Siento que algo me tomó de la cintura atrayéndome hacia atrás. Ambos intentan llegar a mi al ver que estoy por caer. Ambos me toman de cada mano, pero al ver que algo estaba detrás queriéndose apoderar de ellos, hice lo mejor para ambos.Gritan mi nombre mientras intentan arrojarse para poder salvarme pero Jessica y Zefora se lo impiden, ya era tarde, no podían hacer nada por mi.Al ver mis manos, veo que sostengo una rosa que nunca antes había visto en mi vida, entonces deduje que era la Rosa Lunar, esta estaba cubierta de sangre. Mi sangre. Comienzo a escupir sangre por la boca logrando asfixiarme.Al sent
Bastián me toma de los brazos, parece contener su rabia, se que fue la peor estupidez que pude haber hecho pero al saber que Bastián mató a su otra mitad actúe sin pensarlo y por esa razón lo dejé escapar.—¿¡Dime porque lo hiciste?.Le hago una cortadura para que me suelte y deje de agitarse. Molesto golpea la pared y hace un hueco en ella.—Ya suficiente tiene con la perdida de su mujer. —guardo mi arma. —No necesita una humillación al ver que perdió contra ti.Ethan vuelve a subir, nos observa a ambos, me hace verlo y me pregunta si estoy bien y respondí que si con una sonrisa.—¿Y el alpha?. —pregunta al ver solo a los dos hombres del alpha que se llama Demetrio. —¿Dónde está?.—¡¿Pregúntale a nuestra Alira que pasó con el?!.—Bastián deja de
<BASTIÁN>—¡Maldita sea!..No puedo creer que le haya importado muy poco mi opinión, comprendo que le importe poco la de Ethan, pero la mía, se fue a ese lugar aún cuando le dije que estaba en contra de que asistiera a esa academia.—Cálmate Bastián. —murmura Zefora limando sus uñas. —Alira es lista y no se dejará engatusar por nadie. —Deberías tener más confianza en ella.—No comprendes nada. —dije molesto. —Aún sabiendo la clase de basura que son.—Tal vez el padre de ella tiene razón. Y que tal que las cosas sean diferentes ahora.—No. Nada ha cambiado, eso te lo puedo asegurar.Me hierve la sangre el saber que esta en ese lugar. Lo único que quiero es protegerla pero ella se empeña siempre en llevarme la contraria con decisiones que pueden afectarnos a todos.
—¿Qué?. —salió de mi boca. —Eso es absurdo usted no puede obligarme y mucho menos a amenazarme solo por no asistir a la academia.—Claro que puedo hacerlo jovencita.—Ya Basta por favor. —papá me oculta detrás suyo. —Mi hija tiene razón, no puedes obligarla a hacer algo que ella no quiere.—¿Me estás desafiando Tom?. —la expresión de su cara si que daba miedo. —¿Quieres que te recuerde lo que pasó la última vez que me desafiaste?.—Una cosa es que hayas querido manejar mi vida y otra muy distinta es que quieras hacerlo con mi hija y eso no lo voy a permitir. Si ella quiere una vida normal, entonces respetaremos su decisión así te guste o no Diana.La mujer no le quita los ojos de encima a mi padre y el tampoco lo hacía, entrepierna sus ojos, sonríe de lado y se sale de la c
<BASTIÁN >Jamás me imaginé que esto pasaría. Lo único que quería era que quería era que el se alejara de nuestras vidas, la quería solo para mí. Estaba cansado de sentir su aroma en ella, de saber que ellos tenían sexo y que debía tragarme mi rabia pues no solamente era mía, si no que también era suya desde mucho antes que la conociera.Sentía la conexión fuerte que ambos tenían y eso me comenzó a preocupar, tenia miedo de que ella lo eligiera y me dejara por él, tenían una conexión tan fuerte que no pude más y busque la forma de que ellos ya no siguieran juntos, quería romper esa conexión que los unía.Creí que después de escuchar todo lo que ella sentía al estar conmigo, sería suficiente como para que se alejara de ella y de este pueblo para siempre, pero jam&a
—Dime una cosa Bastián, ¿Ella sabe que estas aquí?.—No tiene porque saberlo. —gruño. —Y nunca sabrá que estuve aquí.—Ah, claro. —aplaude. —Le vas a mentir nuevamente, según tú, para protegerla. —Su ironía me comenzaba a molestar. —El gran Bastián, dice cambiar cuando todos sabemos que no lo harás. ¿Qué dirá ella si llegase a saber que estas aquí para matarme?. Porque esta claro que a eso has venido, de lo contrario, no estarías en tu forma más poderosa. —sonríe. —Vamos, atácame.Abre sus brazos para que lo ataque y lo hago sin chistar, encajo mis dientes en costado y este se carcajea para luego tomarme de la copa y lanzarme pero retrocedí antes de pudiera hacerlo. Observo la sangre salir de mi mordida. Toma un poco con sus dedos y la saborea.—&
—¿Cómo que sus órganos están dañados?. —la ansiedad y el miedo se mezclan al saber tal noticia. —Pero es un lobo, su cuerpo sanara, ¿no?.La mirada del brujo hace que mi alma abandone mi cuerpo, esto no me puede estar pasando a mí, yo no sabré vivir si lo pierdo.Llorando Zefora y yo nos quedamos al lado de los brujos que intentaron sanar su cuerpo. Los cinco se concentran en el pero parece que no funciona ya que comenzó a vomitar sangre.—No sabía que esa planta existía. —dijo deteniéndose Benny. —Es imposible..—¿Qué, de qué planta hablas?. —dijo Zefora impaciente.—Es una planta de la mitología antigua que la llaman plata, fue entregada por un diós para los humanos, en los tiempos después de cristo, había un pueblo al oeste de escocia que eran atacados constante
—No tengas miedo. —habla. —Prometo que será rápido.—¿Qué ganarás tu con mi muerte?. —pregunto rodeándolo para llegar a la puerta. —Ya tienes lo que querías.—Te equívocas, aun no tengo lo que quiero, pero pronto lo tendré.—¡¡Hija!!..Al ver a mi papá con una ballesta me agacho y en segundo dispara múltiples veces logrando herirlo a Ethan, al verse acorralado, me mira por última vez antes de desaparecer. Lo sigo pero al ver hacia afuera no había rastros de él.—¿Estas bien?. —Papá me abraza. —¡Por dios hija!. —sus ojos ven la herida en mi cuello. —Juro que mataré a ese maldito.—No. Eso lo haré yo.—Ven, hay que desinfectarla y venderla.Papa me lleva a la habitación que comparte con mam&aa