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Luchando contra el destino
Luchando contra el destino
Por: Jes Moreno
La nueva yo

Voy manejando por mi ciudad de origen, hace años que no transitaba por aquí, tantas cosas han cambiado que si no fuera por mi GPS me abría perdido desde que llegué.

Elegí este día para volver, es sábado 14 de Agosto, y es el cumpleaños de mi abuela, estoy segura que le estarán haciendo una gran fiesta y estoy preparada para ello.

Gracias a mi tío Alex se que la fiesta es en la casa de los mejores amigos de mis padres, los señores Jeison y Bárbara Smith, los padres de la que era mi mejor amiga Rebeca Smith y de él hombre por el que tome la decisión de irme de aquí, Eric Smith.

Voy mentalmente preparada para encontrarme con todos y sé que ellos no están esperándome, hace mucho no saben de mi, con el único con el que seguía en contacto era con mi tío, pero él tampoco sabe que voy en camino.

Hace dos años pinte mi cabello castaño a un color negro y lo dejé que creciera, ahora me llega a media espalda y mi piel luce más blanca, además estoy usando un vestido rojo en tallado que me llega un poco arriba de la rodilla y sé que luzco completamente hermosa.

La pubertad y la adolescencia fueron generosas conmigo y se nota, esa niña ya no está y la nueva yo es completamente una mujer decidida, segura de sí misma y ya no le tiene miedo a nada.

Después de unos minutos manejando y otro poco de tiempo gastado en comprar un obsequio para mi abuela, la hora de la recepción había llegado, mi tío me contó que la comida era a las 3, pero yo no quería llegar puntual ya que quería que todos supieran de mi regreso estando presentes, por lo que estacione a unas casas de donde vive la familia Smith y le mande mensaje a mi tío para saber cómo iba todo, a él no tengo que darle explicaciones de por qué le pregunto cosas, el simplemente me lo cuenta todo y ya.

De Ana:

Hola conejo, ¿cómo va todo? ¿Cómo está la abuela?

——--------

De conejo:

Hola revoltosa, pues normal como siempre, aburrido, invite a mi amiga Jenni y no vendrá, ya te imaginarás lo aburrido que estoy.

Mi madre está bien, está contenta de que estén sus amigos y sus hijos, aunque la ingrata de su nieta no aparece, ese sería el mejor regalo para ella, en lugar de las flores que le mandas cada año, por cierto no han llegado todavía.

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¡Bingo! Ya tengo mi pase para la fiesta.

Me siento mal por la abuela, ella siempre me ha demostrado su cariño y un día sin más yo ya no regrese a verla, sé que soy una ingrata como dice mi tío, pero regrese a componer mis errores y vaya que fueron muchos.

De Ana:

Sabes el motivo por el que me fui tío y dudo mucho regresar en un tiempo, se que ya han sido 5 años y el internado me sirvió de mucho pero aun así hay cosas y personas que no se olvidan fácilmente.

¡Qué raro! Las solicité con tiempo, deja llamar a la florería y ver que sucedió, no me perdonaría que no recibiera sus flores favoritas por parte mía.

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Lo que no sabe es que yo soy su regalo y yo llevo sus flores.

Seguí conversando con él y me dijo que en unos minutos iban a dar su discurso como cada año y que ya no podríamos seguí hablando hasta dentro de un rato.

Ese era momento justo para llegar, tomé las flores de mi abuela y respire profundamente, los nervios empezaron a querer apoderarse de mí, pero tenía que controlarme ya que el poder hacer esto era algo fundamental en mi nueva forma de ser, por lo que busque confianza y fuerza en lo más profundo de mi ser y salí del auto.

Mis tacones sonaban constantes como los latidos de mi corazón y al igual que este, en ningún momento dude.

Llegue a la entrada principal y ahí estaban dos hombres con traje negro y una mujer vestida muy formal por lo que deduje que se trataba de los guardias y de la recepcionista.

Mi tío me había dado la clave para entrar así que muy segura de mi avance.

-Buenas tardes bienvenida, me muestra su invitación por favor.

-Hola buenas tardes, no tengo, vengo con uno de los invitados, es el hijo de la señora Cristina, Alex y mi nombre es Jenni

La chica reviso la lista de los invitados y cuando encontró el nombre de la amiga de mi tío sonrió y me dejó entrar.

La casa no ha cambiado mucho de cómo la recuerdo, la mamá de Eric tiene un buen gusto decorativo, hay pocas personas en el salón principal, por lo que supongo que la fiesta es en el jardín.

Comencé a caminar hacia donde yo recordaba que era la entrada al jardín pero terminé perdiéndome.

-Hola ¿quién eres? No te había visto antes en una fiesta aquí

Esa voz, esa inigualable voz.

Me gire para verla, después de 5 años, mi mejor amiga, Rebeca, no podía creer que era ella, ha cambiado bastante si no fuera por la voz, no hubiera podido reconocerla.

Y sé que mi cambio también fue grande ya que ella no me reconoció a mí.

-Hola soy Jenni, soy amiga de Alex, lo estoy buscando y me perdí en esta enorme casa

La mención de mi tío la incómodo un poco.

-Lo vi hace un momento en la cantina, si quieres te puedo llevar

-Si me haces el favor, realmente no sé dónde estoy

Ella me hizo señas de que la siguiera, no sin antes haberme inspeccionado de pies a cabeza.

Caminamos entre pasillos y llegamos a donde estaban sirviendo los tragos.

Realmente no sé como luce mi tío, de vez en cuando me manda fotos pero no se alcanza a ver bien y eso es un gran problema.

-¡Alex! - le grito Rebeca por lo que le agradecí internamente

Cuando mi tío volteo su cara fue extraña, no pude descifrarla, el ni siquiera me notó hasta que

Rebeca le dijo que lo estaba buscando.

Era obvio que no sabía quién era, por lo que antes de que él me desmintiera hable.

-Hola conejo, ya llegue

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