El CEO, no se marchó a la oficina, quería estar pendiente de su mujer y sus mellizos, pero como tenía trabajo, pidió un café y se encerró en su despacho a revisar contratos que Francoi, le había enviado por correo, eran bastantes y a todos el les debía dar el visto bueno, si se equivocaba en alguna cláusula que no le conviniera a la compañía, eso los perjudicaría por eso se concentró por completo y no se dió cuenta que la persona que envío el hospital para cuidar de su esposa ya habia llegado — Señora Lombardi, ya estoy aquí, espero ser de mucha utilidad para usted, mi nombre es Francisco Blanco, seré su enfermero personal, estaré pendiente de que tome sus medicamentos, de sus curaciones, y de injectarle antibióticos, bajo mis cuidados usted se va a poner bien muy pronto — Que amable eres Francisco, hablando de medicina, podrías darme algo para el dolor, me siento un poco incómoda — Claro, deme dos minutos y tendrá lo que necesita, voy a anotar los horarios para que no se n
Francisco, hacia su trabajo lo mejor que podía, era cierto que era un poco incómodo sentir los ojos de ese aterrador CEO sobre su nuca, el entrajado hombre vigilaba cada paso que daba A la hora del almuerzo, Donovan pidió que les llevaran dos charolas a la habitación, el comería con su esposa, se disculpó con su abuelo y le dijo que estaría en su habitación haciendo méritos — Querida, ya que no puedes ponerte de pié, he venido a acompañarte a comer — ¿Por qué? no era necesario, Francisco, puede ayudarme con eso, el señor Donatello, no puede comer solo — El abuelo está bien acompañado por las cocineras, ellas son antiguas empleadas de la mansión y el abuelo les tiene alta estima, le gusta platicarles de sus viajes y ellas lo disfrutan, además no debemos escatimar en tus cuidados — Hmmm.... acercarme la mesa yo comeré por mi misma — Por supuesto que no, tu debes moverte lo menos posible, solo quédate quiera voy a soplar la sopa para ti — Donovan, no soy una niña —
La pregunta quedó en el aire, el CEO, miraba fijamente a los ojos a Adriana, ella no iba a responder, había llorado ya bastante por los desprecios de ese hombre, por su desamor e indiferencia, ya no podía más Desde el día de la boda solo había fingido por un momento que eran una pareja durante la recepción, pero después ya a solas fue tan despiadado, estaba tan enfadado y parecía odiarla tanto que cuando la tomó, le rompió el hermoso vestido blanco, la besó de forma salvaje, la desnudó con avidez pero a la vez de forma brusca, ella no tenía idea de lo que era tener intimidad con un hombre, esa era su primera vez, primera vez que tomó el CEO de forma dominante — No quiero hablar de eso, no quiero traer el pasado aquí, no te entiendo, me despreciaste cada vez que tuviste oportunidad, dejaste en claro que no solamente no sentías nada por mí, si no que me odiabas con todo tu ser, me odiabas por qué por mi culpa te habías tenido que separar de la mujer que amabas, siendo que yo tampoco
Mientras tanto en un exclusivo restaurante del sur de la ciudad, Sebastian Villaseñor y Daniel Alejandro Black, se reunían para comer, la elegancia de los dos hombres vestidos en trajes hechos a medida y costosos relojes en sus muñecas, llamaba la atención del personal y comenzales, ambos extraordinarios e impresionantemente atractivos — Se te está haciendo costumbre venir a este lugar, Daniel Alejandro, al principio decías que no estaba dentro de tus estándares, que debía mejorar bastante Una bella jovén de bellos ojos verdes mar, estaba esperando que los platillos que ordenaron los importantes CEOS, estuvieran listos, ella estaba bastante adolorida, incluso los analgésicos que había tomado no le fueron suficientes, sus costillas dolían como el infierno, tenía el cuerpo lleno de golpes, las muñecas magulladas, ella trataba de cubrirlas con el saco negro de manga larga del uniforme, su padrastro le había dado una paliza por no querer darle su sueldo El solo llevar la charola
Poco a poco pero muy despacio, la ojiverde fue soltando la camisa del CEO, ella lo miraba y se preguntaba por que ese hombre tan elegante y atractivo estaba ahí y por que la había llevado personalmente al hospital, solo esperaba que no le cobraran tanto por honorarios, ella solo tenía su sueldo del restauran, si tenía que pagarlo todo, como iba a cubrir la mensualidad de la escuela, las comidas y los pasajes, definitivamente quedaría en banca rota Afuera Sebastian, esperaba sentado en uno de los sillones de la pulcra sala de estar, estaba muy intrigado, su amigo siempre solía ser indiferente a todo, él tenía una novia que era arrogante y bastante engreída, era hija de uno de los socios de la compañía Black, él todavía no comprendía por que salía con esa mujer tan insoportable, creía que era por el estatus de ella, de Daniel Alejandro, se esperaban cosas grandes, era heredero de un enorme y millonario imperio, no podía emparejarse con cualquier mujer, vio venir a su amigo y ensegui
Los policías con sus años de experiencia sabían que en la mayoría de los casos de maltrato el culpable siempre resultaba ser la pareja, así que dudaban de las palabras del CEO Black, de pronto ya lo tenían esposado para llevarlo a la delegación a declarar — ¿Pero que está pasando? No se lo pueden llevar, ¿Qué no saben quién es él? ¡Quiero sus nombres, voy a hablar con sus superiores, suelten al CEO Black, inmediatamente! Los policías no eran corruptos, era que la imponencia del elegante CEO Villaseñor, los intimidó, soltaron a Daniel Alejandro, Pero le pidieron que fuera a declarar por voluntad propia — Tiene que venir, no podemos dejar de investigar un caso como este dónde hay claras señales de Violencia, de no hacerlo tendremos que levantar una orden que le exigirá presentarse — Haré algo mejor, voy a pedirle el nombre de quien le hizo daño a esa mujercita, ¿En dónde está ella? voy a ir a verla para aclarar la situación, yo sería incapaz de ponerle la mano encima a una muj
Mil colores se le subieron al rostro a Adriana, su esposa estaba especialmente audaz en esos momentos, ella quería salir corriendo del cuarto de baño pero no podía, se tendría que quedar y tragarse la vergüenza — Tranquila, no voy a hacerte nada, respira o vas a ponerte azul, solo recuérdalo la próxima vez, dependerá solo de ti si me provocas o no, ahora déjame desnudarte para que te puedas duchar, no debes sentir pena por qué te vea desnuda, ya te conozco a la perfección, cada curva, cada lunar — ¿Lo estás disfrutando, cierto? eres un demonio, Donovan Lombardi, les contaré a los mellizos que me estás intimidado, ¿Veremos qué opinan de su elegante padre? — ¿Dónde quedó mi dulce mujercita? resulta que tú también tienes armas para enfrentarme, ahh... con lo que respecta a Dominic y Doménico, ellos son hombres y estoy seguro que van a entender a su padre, así que te lo vuelvo a repetir, procura no provocarme El CEO, después de aclarar el punto, lavo a su esposa con extremo cuidad
Por la noche, Candice, estaba un poco más lúcida, la habitación, olía a rica merienda, ya le habían llevado la cena, el CEO, que estaba inusualmente paciente, esperaba que la chica despertara mientras él trabajaba, la escuchó llamarlo — Hola... no te fuiste, yo... gracias por todo, esto parece ser muy lujoso, no debiste traerme aquí, por el momento solo cuento con el sueldo del restaurante, firmaré un pagaré, dejaré mis credenciales, apenas salga de aquí buscaré un nuevo trabajo, o le suplicaré al gerente que me devuelva el empleo — Tu no harás tal cosa, no vas a suplicarle nada a ese idiota, lo que harás después de salir, lo veremos después, ahora quiero que comas algo, te están poniendo fuertes medicamentos y no puedes tener el estómago vacío — Huele bien pero no tengo apetito, tú pareces ser una persona importante, no deberías de estar perdiendo el tiempo aquí, ehhh, puedes irte a casa yo estoy bien, puedo hacer todo yo misma, además, preferiría estar sola si no te importa,