El CEO Lombardi, llegó después de tener una importante junta con unos socios, venía cansado y hastiado, el mayordomo le recogió el portafolio para llevarlo a su despacho — Buenas tardes, dime Carlos ¿Está todo bien en casa? Mi esposa, mis hijos y el abuelo, ¿Hay novedades? — Donovan Lombardi, se preocupaba por su familia — Los mellizos han estado muy llorones, creo que resintieron mucho la ausencia de su madre y cuando usted tuvo que salir a la compañía, lo extrañaron, las niñeras ya no sabían que más hacer, los bebés estaban atendidos pero aún así se seguían quejando — Ahhh... es que son pequeños aún, no les gusta no sentir a su madre o a mí, parece que saben cuando no estamos cerca, ¿Mi esposa ya está en casa? — Si, apenas llegó los mellizos fueron alimentados por ella, después de un rato se tranquilizaron y se quedaron dormidos, pero justo ahora — El mayordomo checó su reloj — Ya no demoran en despertar Cómo si fuera un mago, se escuchó el llanto de los mellizos, ellos
El imponente CEO de misteriosos ojos azules y fría mirada, alimentaba a su mellizo mientras observaba de vez en vez a su esposa, apenas habían vuelto a tener intimidad después de muchos meses de estar alejados y después por la salud de Adriana, que debía guardar estricto reposo, y se había ganado ya un castigo El hombre, se acercó con su bebé en los brazos para hablar con el niño que la madre alimentaba — Dominic, pimpollo, dile a mamá, que papi, no estaba hablando en serio, dile que papá, solo la ama a ella y solo con ella se quiere divertir El mellizo respondió con una sonrisa, dejó de mamar por un momento fugaz y después siguió con lo suyo — No utilices a mis bebés para lograr tus propósitos, hmmm... — Pero sonrió, eso quiere decir que está de mi lado, debes ser buena y olvidarte de esa broma por esta vez, pídeme lo que quieras y te lo daré pero no me prohíbas tocarte — ¿Lo que quiera? ¿Estás seguro? Donovan, pensó que tal vez su esposa le pediría un coche, ropa
En la mansión Black, Daniel Alejandro había terminado su llamada con su amigo Alessandro Ferreti, el mafioso prepararía todo para cazar a Baltazar Andrejo, y regresaría la llamada, ese sujeto tenía las horas contadas Una vez que cortó la llamada, Daniel Alejandro, llamó a su papá, el CEO, estaba bebiendo una taza de café en su despacho, su esposa había ido a su habitación a descansar un poco — Hasta que llamas, me tienes aquí pensando en si lograste recuperar a tu esposa o si si ex novio pudo hacerla recordar el pasado y decidió quedarse con él — Ese CEO, no quería regresarmela, le dijo frente a mí que se había equivocado en el pasado, que esperaba que pudieran tener una oportunidad nueva juntos, que ellos tenían una interminable historia de amor y que la seguía amando, te juro que quería apretarle el cuello para que dejara de declararle su amor a mi mujer frente a mí — Ese hombre sigue vivo de puro milagro, si el mafioso italiano no lo ha matado, lo vas a terminar matando
Los días pasaban y a Baltazar Andrejo, parecía que se lo había tragado la tierra, pero sabían que estaba ahí acechando desde las sombras y esperando que Candice, se descuidara nuevamente para llevársela con él Daniel Alejandro, había contratado un profesional equipo de seguridad armada, vigilaban la casa y la compañía las veinticuatro horas, él tenía un grupo de cuatro hombres de negro que lo acompañan a todas partes, y su esposa no era descuidada ni por un solo momento, lo que arruinaba cada vez más los planes del mafioso Esa tarde los mellizos cumplían tres meses, el CEO, se encontraba fuera de la mansión, había tenido que salir a una junta, pero volvería apenas pudiera zafarse, mientras tanto Adriana, aprovechando la siesta de sus pequeños, se encontraba en una amplia e iluminada habitación que su esposo había dispuesto para ella, ya podía trabajar en sus diseños en casa, Donovan, se encargó de que tuviera lo que necesitaba y mucho más, así no tenía que salir a su antigua vi
Dallán Ferreira, se había quedado muy pensativo respecto a que eran los padres de las familias poderosas los que criaban a los hijos, haciendo memoria su madre en la mayoría de las veces solo había sido amorosa y comprensiva con él y sus hermanos, Aithana Ballesteros, tenía el carácter fuerte, pero era su padre Drago Ferreira, quien ponía reglas y castigos, a quien se le debían dar explicaciones, quien estaba pendiente que en el colegio tuvieran no buenas notas, si no las mejores, no admitía vicios, no tenían permitido fumar un cigarrillo normal, mucho menos consumir sustancias ilícitas, lo de beber alcohol solo socialmente y después de haber cumplido la mayoría de edad, y cuidadito con que te pasaras de copas por que recibías un castigo ejemplar — Ya estoy en casa, ¿Acaso alguien va a venir a recibirme? ahhh... La junta se alargo más de lo que creía, hoy mis mellizos cumplen tres meses, eso debemos festejarlo, es por eso que compré un pastel de la más exclusiva pastelería de la c
Los atractivos y exitosos CEOS, llegaron a la residencia de Diana, ella estaba viviendo sola recientemente, había sido una gran batalla la que lucho con su padre para que le permitiera irse del hogar Apenas Donovan, se estacionó, una camioneta negra también llegaba y salían unos músicos con sus instrumentos, le tocaría una serenata y esperarían lo mejor Sin más preámbulos, una canción muy romántica que hablaba de sentimientos profundos se escuchó, pronto una luz se encendió y pudieron ver como una linda jóven se asomaba, Dallán, le envío un texto — *Te he traído está serenata para mostrarte mi amor por tí, es con todo mi corazón* El CEO Ferreira, pudo ver qué ella leyó el mensaje, pero no se lo respondió, los músicos siguieron tocando hasta que de pronto una patrulla de policía llegó hasta el lugar — Ustedes... Quedan detenidos por hacer escándalo en la vía pública, la dueña de la residencia nos llamó, así que quedan arrestados — ¿Qué..? ¿Cómo así? Solo vinimos a dar u
Adriana, observaba a su marido que explicaba con todo y ademanes de manos, como se lo habían llevado esposado a él y a su amigo, solo querían crear una atmósfera romántica, pero resultó un rotundo fracaso — Pero... ¿Cómo fue que terminaste en prisión? ¡jajajajaja, tú y tu amigo sin un peligro andante! Ahh... a nadie lo arrestan por llevar serenata, ustedes si que la traían de malas — ¿Te estás burlando de mí? ¡Fue mi idea lo de llevar serenata, Dallán, casi me asesina, estaba tan molesto, pero lo estaba más con esa chica que evidentemente lo mando al diablo! — Es que... es que es resulta muy graciosa toda tu historia, el poderoso CEO Donovan Lombardi, siendo llevado a la delegación, si los mellizos te vieran, seguro que le lloraban a los policías para que te dejaran libre — Adriana, reía mientras su marido enarcaba una ceja, ella hasta de dobló un poco para carcajearse — ¿Ya terminaste de disfrutar el show? Doménico y Dominic, ya se están impacientando, dónde no les demos
La enfermera casi pierde el espíritu al recibir la amenaza del poderoso hombre, Daniel Alejandro, vestía de pijama y pantuflas, pero ese conjunto valía el triple del sueldo de un año de un médico, pronto salió de la sala de urgencias para ir al laboratorio — Señor Black, trate de tranquilizarse, lo que sea que su esposa tenga lo vamos a tratar ella va a estar bien... Mientras tanto en la universidad, Adriana, entregaba sus trabajos a su maestra, mientras los calificaban les habían dado unos minutos para salir a tomar algo a la cafetería Julio Garza, se había hecho parte del grupo, se había integrado solo, la bella pelinegra de grandes ojos verdes le gustaba muchísimo, más no esperaba que alguien más además de su marido le peleara su amor Un apuesto hombre vestido en un fino traje hecho a medida, llegaba hasta ellos con maletín en mano, este no era otro que Sebastian Villaseñor, él había venido a la universidad a dar una clase en una maestría de negocios, el director que era