Capítulo 38
Resistiendo la intensa necesidad de comprar uno de cada uno, pedí una magdalena de arándanos y algo llamado garra de oso.

Me senté en una de las mesas de aspecto brillante, los asientos con rayas rosadas y blancas relucían alegremente. Todo en la panadería se veía nuevo, desde las relucientes mesas hasta los grandes hornos que sobresalían del mostrador.

No pude evitar ver al dúo manejando el mostrador en silencio. Estaba claro que eran parientes, probablemente hermano y hermana. Cada uno tenía el mismo tono de cabello rubio arena, los mismos labios llenos pero carnosos. La chica era delgada con curvas en los lugares correctos, luciendo fuera de lugar en la panadería. Hubiera esperado ver a la chica en la portada de una revista, no en alguna panadería. Los dos corrían del mostrador al horno, a la bandeja de preparación, a la caja registradora. Cada uno dando vueltas con energía y determinación, mientras yo continuaba mirando en silencio.

Hacía mucho tiempo que había terminado mi magd
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo