JIMMY JONES

Llegamos al centro comercial en donde por lo general a la hora que legábamos estaba muy lleno, pero tenía que complacer a Sheyla al menos esta vez que se sentía mal. Además, no quería seguir discutiendo con ella sabiendo que es la única persona que ha estado conmigo para lo que sea.

—¿Segura que estás bien?— le pregunto tratando de reafirmar—Si tienes algo en mente o en ese corazon solo dímelo, ¿ok?— asiente dándome un beso en la frente.

—¿Sabias que te ves tan tierno cuando se te mete el espíritu protector?— Me sonrojó. La verdad es que no era de los hombres que lo hacían, pero siempre Sheyla se encargaba de hacerme sentir vulnerable. Según mi padre eso es arma de doble filo ante las demás personas.

Y la única explicación lógica que siempre decía mi padre es que no se vuelve tan frágil con las demás personas y eso no es bueno, pues uno en esta vida siempre hay que demostrar la cara fría y dura que podemos tener, eso lo podemos hacer en el mundo exterior, pero cuando estam