26

Nikolay

Cuando la vi entrar al jardín con ese vestido en color champagne de tirantes y escote cruzado, casi muero. Le quedaba estupendo, ceñido a su cuerpo en forma de sirena pero que se abría encima de las rodillas haciendo un vuelo hacia la larga cola...se la veía radiante y yo estaba a punto de llorar. Su sonrisa y mirada me decían que me amaba, que caminaba hacia mí porque lo deseaba. Mi corazón latía tan deprisa que por momentos el mundo dejó de existir y fuimos solo nosotros dos.

Si creía que no podía emocionarme más, estaba equivocado. Cuando llegaron los votos lloró con mis palabras, pero jamás imaginé que abriera de esa manera su corazón, delante de 200 personas, mirándome a la cara y expresando tanto amor. Tenía un nudo en la garganta, quien me conocía se pellizcaba para corroborar si lo

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP