ANASTASIA Veo la llegada del alba, mientras juego con los caballos de Benjamín que duerme profundamente a mi lado, después de haber hecho un revuelo para quedarse conmigo en la misma habitación. Cosa que accedí sin tanto problema pero por alguna razón la ama de llaves insistia que debíamos dormir en lugares diferentes, haciéndolo desesperar, pero como tampoco quería pasar la noche lejos de mi hermano empecé a discutir con ella hasta que al final, cansada de su actitud molesta, me dispuse a irme a hablar con Dionicio para pedirle que nos dejara estar en la misma habitación, lo que hizo que su rostro palideciera en cuestión de segundos, aunque después me detuvo y nos dejo hacer lo que quisiesemos. 《 Eso fue sospechoso 》 — Benja — susurro en su oído. Se mueve buscando esconder su rostro en la almohada negándose a despertar mientras se cubre con las sábanas. — Ya amaneció, no podemos seguir acostados — tiro de las sábanas — ¿Acaso no tienes hambre? — pregunto abrazandolo suavement
ANASTASIA Camino junto a Benjamín siguiendo a Demian mientras nos lleva a la cocina después de haberlo encontrado por casualidad como la última vez. 《 ...su habitación está por este camino 》 Empiezo a reconocer los caminos de este laberinto y recuerdo por donde no debo volver a pasar, para no cometer otra estupidez, como entrar a la habitación de quien no debo. — ¿Hermana aquí también hay fresas? —me pregunta Benjamín sacándome de mis pensamientos. Alzo los hombros y miro a Demian otra vez. — Disculpe Señor Demian — lo llamo formalmente para no llegar a ofenderlo. Detiene sus pasos y por como voltea a verme con una expresión sombría creo que ya lo hice. — Dime — su voz roca me gusta. 《 No puedo negar que este hombre es muy atractivo 》 — ¿Será que tienen fresas en su cocina? — le pregunto con un poco de vergüenza mientras me alza una ceja. — No lo se, pero si quieres los mandaremos a traer — contesta volviendo a caminar hacia adelante. 《 Atractivo pero con una actitu
Mezcló en un gran tazón huevos, azúcar, mantequilla y leche uniformemente para luego agregar la harina con el polvo de hornear. 《 ¿Por qué me sigue mirando? 》 Siento la mirada de Demian mientras sigo batiendo la mezcla hasta dejarla sin grumos y agradezco haber tomado clases de cocina porque si no en este momento ya estaría quemando todo por culpa de mis nervios. Alzo mi vista, logrando que nuestras miradas se vuelvan a cruzar una vez más. 《 Hijo de... ¿Lo esta haciendo apropósito? 》 Me sonríe con una expresión de satisfacción viendo como me sonrojo. Bajo la cabeza — Concéntrate — me digo a mi misma en voz baja para no caer en su provocacion y vuelvo a cocinar Caliento la sarten junto a una pava con agua y termino de cortar las frutas mientras escucho como Benjamín le habla sin parar a Demian. 《 Creo que de verdad lo considera un héroe 》 Pongo el preparado en la sarten caliente empezando a cocinar la masa de los panqueques mientras el agua llega a la temperatura indicada,
《 ...el ambiente agradable se fue al diablo 》 — ¿Por qué no te pusiste una bata? — le reprocha Durand a Anastasia — No estamos en casa, no puedes vestir cualquier cosa — se intenta sacar el saco para tapar a su nieta que apesar de no traer nada revelador, lo que lleva puesto resalta bastante sus atributos al ser de seda. 《 ...aunque por lo menos sus shorts no dejan ver mucho al no ser tan cortos 》 Pero parece que ella no se da cuenta de lo que provoca, por como se ríe impidiendo que la cubra mientras le pide que no exagere, recalcando que solo es una piyama y señala que su hermano también está vestido igual que ella. 《 ¿Es ingenua o solamente finge serlo? 》 Esa pregunta vuelve a resonar fuertemente en mi cabeza. — Todavia no han contestado a mi pregunta — se mete Dionicio en la discusión viendo que fue opacado por Durand — ¿Qué estas haciendo en la cocina? ¿Por qué las empleadas no estan aqui haciendo su trabajo? — mira para todos lados buscando a la ama de llaves. 《 ...creo
DIONICIO LANCASTER Después de que Demian se fuera de la cocina pude volver a respirar un poco más tranquilo, aunque si también se marchará el resto de los presentes y me dejarán solo con Anastasia sería mucho mejor. Pero como dudo que eso suceda, sigo tomando el delicioso café que me preparo mi hija junto al viejo zorro y ese niño extraño. 《 ¿Por qué me mira así? 》 Estoy acostumbrado al carácter hostil de Mauricio pero la mirada afilada de este niño no es normal, es como si estuviera analizando si soy una posible amenaza. 《 ...me recuerda a Demian cuando era joven 》 — Hermana — estira el piyama de Anastasia — ¿Quien es ese señor? — le pregunta mientras me señala con el dedo como si fuera algún tipo de animal cizañoso. Cosa que también nota mi hija que no sabe que decir. — Es el padre de Demian, el hombre que te salvó — le contesta el maldito de Mauricio sorprendiendo al niño. Y dejando a Anastasia en shock mientras yo me aguanto las ganas de ahorcarlo. — ¿Hijo? — balbucea
ANASTASIA Mi mente se llena de recuerdos, de noches en donde solo podía quedarme a lado de mi madre consolandola en silencio, sin entender la razón de su pesar. 《 el dolor del cuerpo no era nada comparado con el del alma... 》 El ambiente se vuelve frío y silencioso entre nosotros dos, por lo que volteo a mirar a otro lado para no terminar descargando todo mi odio a un hombre que ni siquiera se si es mi verdadero padre. 《 ...cuando demuestras tus emociones, revelas tus debilidades 》 Las palabras de Aiden suena en mi cabeza, despejando mi mente. - Anastasia - Dionicio me vuelve a llamar ahora por mi nombre. 《 es mejor asi... para los dos 》 Suspiro volviendo a mirarlo, más calmada y centrada en mis acciones. - Llegamos — me ve con una expresión sombría — ...¿bajamos juntos? — pregunta y noto que ya estamos en frente del Bar Café del abuelo. 《 ¿Cuánto tiempo estuve perdida en mis pensamientos? 》 - Si - le contesto secamente y él solo me ve indiferente. El chófer me habré la
『 A mi amada hija.. La pequeña flor que nació en otoño tan frágil e inocente, tan hermosa como pura, desafiabas al mundo creciendo en el frío invierno, y mostrando tu colores, florecido fuerte y tenaz, cuando todas las hojas caían marchitas ante su inevitable fin.Hace mucho lo entendí, no se puedes cambiar lo que corre por tus venas, tu eres carne y sangre de tu padre. Eres la hija de Dionicio Lancaster, la heredera de su linaje.Tu eres su viva imagen, pero no eres él.Llevas su sangre, pero no cargas con su deber.Tienes sus ojos, pero no estás obligada ver el mundo como él.Esa fue mi voluntad, no la suya, fue mi egoísmo el que te alejo de tu padre y el mundo en el que vivia. Es mi deseo, mi único anhelo el que vivas en un mundo diferente, que nunca conozcas la crueldad y la maldad que yace en el.Anhelo que vivas una vida rodeada de felicidad.Pero el destino es inevitable y me demostró que no puedo borrar lo que ya esta escrito, y ahora
DIONICIO《Tuvimos una hija...》Toco con nostalgia el retrato de Elena, y como si hubiera sido ayer recuerdo tan vividamente el momento en el que nos sacamos esta fotografía hace 18 años, que todavía me duele. Como podías sonreírme tan dulcemente si planeabas dejarme.《 No querías que tu hija siguiera el mismo destino que su padre, aunque eso significase dejarme solo en este infierno 》Miro al otro extremo de la mesa en donde mi hija sigue sentada en total silencio en una de las sillas mientras bebe una taza de té que le preparo su abuelo, después de interrumpir nuestro momento hace unos minutos.Aunque creo fue lo mejor, ya que la noticia fue más duro para ella de lo que imagine. 《 ¿Sera que no sabe como actuar frente a mi ahora que confirmo que soy su padre? O ¿No me quiere...》No puedo ni terminar de plantearme esa duda que vaga por mi cabeza, negandome a perder las esperanzas. 《 El sueño que tanto anhelaba, ahora es real, y esta frente a mi 》Todos deseamos lo que nunca tuvimos,