CAPITULO 2.1   “El rescate.” (Segunda Parte)

(junio 26, 2020, Mendocino, California, USA.)

(Maximiliano Hunter/Agente Especial de Seguridad Nacional.)

            Todos montamos los caballos y partimos eran casi las siete rumbo a la estación del guarda bosques, estábamos a solo unos tres o cuatro kilómetros cuando escuchamos disparos, veo el reloj pasando las diez y media de la mañana, así que aceleramos el paso, al llegar a la estación del guarda bosques vemos que alguien paso por aquí, pero la monster no está, pero si cuatro camionetas incluyendo la furgoneta blanca que golpeé cuando se llevaron a Serena, esos bastardos no son cuatro, llamaron refuerzos.

-Los perseguidores no son cuatro y son terroristas no secuestradores, son los que amenazaron a Serena. - les digo

-Por las huellas había de cuatro a seis hombres por vehículo así que son cuatro, tenemos entre dieciséis y veinticinco terroristas señores. - dijo Brenda examinando el suelo.

-Confirmo eso, hay diferentes tipos de suelas, cálculos que deben ser unos veinte. - dijo Scarlet.

- ¿Por dónde se irían? – pregunto el agente Farías, quien lleva un rifle en las manos

-Caballero no estorbe, buscamos las huellas de Serena, si la siguieron ella no trajo la Monster hasta aquí, debía dejarla por algún motivo, ahora hay que ver hacia dónde va. - dijo Paula, se ve enojada pues Farías y sus hombres comenzaron a revisar las camionetas arruinando los rastros en el suelo.

            Veo a Emma revisar el suelo, mientras Jesse va a la cabaña del guarda bosques y revisa el terreno.

-La monster no está aquí, ni camuflada ni en el pequeño cobertizo. - dijo Jesse.

-Serena acaba de irse, parece ir al lago. - dijo Emma que revisa el suelo, me acerco y veo una huella muy marcada, es pequeña, con que eso confirma que es de Serena. ¿Por qué si sabe que la siguen deja un rastro tan claro? Me pregunto por qué, pues es algo incongruente, en ese momento se escuchan disparos, pero el sonido rebota por todos lados.

-Esos son ellos. - dijo Nathan.

- ¿Cómo lo sabe? – pregunto uno de los hombres que acompañan al Agente Farías; Nathan le va a responder cuando se escuchan más disparos, pero el sonido es diferente, luego escucho decir a Nathan.

-Los primeros disparos son de un fusil AK-cuarenta y siete y estos últimos son de una Scorpion calibre cuarenta, hecho para Serena especialmente.

            Yo veo a Nathan, por lo que se las Scorpion hechos para el gobierno de este país son del calibre nueve milímetros ¿Cómo diablos Serena tiene un calibre cuarenta?

-van al lago, andando que la cacería empezó. - dijo Brenda enojada.

            Después de eso Scarlet abrió el camino, la vi detenerse y levantar la mano señalar hacia la izquierda y derecha, luego al frente, me parecía estar viendo una de esas películas de Hollywood en donde algún comando de fuerzas especiales se comunica por medio de señas. Pero en respuesta a las señas, Brenda se movió con cuidado a la izquierda, mientras Paula lo hacía hacia la derecha y Emma iba con Scarlet, pero antes de seguir dijo

-vayan por donde nosotros avanzamos hay trampas y será peligroso.

            El Agente Farías se adelanta diciendo

-Aquí no hay nada peligroso, solo nos hacen perder el tiempo.

- ¡CUIDADO! – Grito Emma moviéndose y sujetando al agente Farías del traje y jalándolo haciéndolo caer de nalgas al suelo, solo un segundo antes de que una rama gruesa de árbol latigueara hacia su pecho con al menos tres estacas, las cuales lo habrían atravesado.

            Scarlet ayuda a levantarse a Emma al igual que Jesse, mientras dos agentes trajeados ayudan a Farías.

-si eso no le parece peligroso, adelante idiota; usted no conoce a Serena, este bosque es suyo, esa trampa tiene horas de elaborada y no es nada comparado con lo que sabe hacer, ahora váyase para atrás y cállese que solo nos estorba. - le grito Emma muy molesta, algo muy raro en ella que siempre es tan ecuánime.

-Señores, ya vieron a lo que nos enfrentamos, síganos y saldrán de aquí. - dijo Paula muy seria.

            Yo me acerco a revisar la trampa, Serena es pequeña, no pasa del metro sesenta y cinco, pero esa rama le habría dado en la cabeza, está hecha para atraviesas hombres altos como yo.

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