[MASSIMILIANO]
Madrugada del 25 de diciembre
Chiara me abre la puerta de nuestra casa ya que mis brazos están ocupados cargando a nuestra pequeña, y al entrar voy directamente hasta su cuarto. La acuesto en su cama con muchísimo cuidado y me dispongo a cubrirla con el edredón cuando su madre se acerca a mí. —Espera, déjame quitarle el abrigo y los zapatos. No quiero que se enferme.— Me explica y le sonrió tímidamente.
—Aún me falta mucho que aprender.— Digo bajito.
Hay momentos donde tengo la sensación de que ya he mejorado, de que estoy convirtiéndome en un mejor padre, pero luego suceden cosas como estas y me doy cuenta de que estaba equivocado.
Una vez que nuestra pequeña esta acomodada en su cama, ella se acerca y se abraza a mí —Eres un padre fantástico. Es normal que aun te queAl día siguiente: 26 de diciembreHan sido pocas las horas que he conseguido manejar el nivel de ansiedad que sentía porque fuésemos a ver la casa juntos. Estaciono el auto en la entrada de coches de la casa y me quedo un instante apreciando su rostro. Esta feliz, asombrada...—Es hermosa.— Dice bajito y sonrió.— Y espera a que veas dentro, te encantara. — Le aseguro y sin más, bajo del auto.Mientras ella baja, yo abro la puerta de atrás y bajo a Aysel. —Princesa, mira... este será tu nuevo hogar.— Le digo a mi pequeña y dejo un tierno beso en su frente.—Es enorme... Necesitaremos radios para saber en dónde estamos. — Bromea y reímos.—Exagerada.— Digo entre risas y con un brazo cargo a mi hija, mientras que con la mano libre tomo la de mi futura esposa para caminar hacia la entrada
27 de diciembreSacar a nuestra hija de su nueva habitación el día de ayer ha sido una misión imposible. Estaba tan enamorada de la decoración y tan entretenida con sus juguetes, que simplemente hemos decidido estrenar la casa anoche y quedarnos a dormir.Bueno... dormir, Massimiliano y yo nos hemos dedicado a estrenar nuestra nueva cama, y con tan solo recordar sus besos y caricias siento ganas de tenerlo aquí conmigo, pero él quiso ser un padre responsable e ha ido por el desayuno a nuestra panadería favorita.—Mami.— Dice mi niña mientras sigue jugando con su nueva muñeca favorita en la cama.—Dime princesa.— Le respondo acomodándome de lado para verla.Ella me entrega la muñeca y sé que quiere que juegue con ella y así lo hago. Sé que debería estar arreglando los detalles del desfile y dem&aacut
[MASSIMILIANO]Al día siguiente: 28 de diciembreEscucho a Aysel llorar, y para que no despierte a Chiara; rápidamente me levanto de la cama y voy hacia su habitación. Es un hecho que nadie ha pasado una buena noche. Chiara apenas y ha dormido, y yo... bueno, yo no he podido dejar de pensar en quien pudo haber sido el responsable del incendio. Cuando los bomberos han confirmado ayer que el incendio ha sido provocado, mi cabeza no ha podido dejar de pensar en el nombre de Asier.No sé porque, pero hace tiempo que no confío en sus supuestas intensiones de querer ayudarle. Hay algo que no me cuadra... Es imposible que alguien pueda tomarse tan bien en que su ex haya regresado con su antigua pareja... De acuerdo, él fue el que la ha perdido por revolcarse con su secretaria durante meses...—Buenos días princesa.— Le digo a mi pequeña mientras intento calmarla
[MASSIMILIANO]Diciembre 31Ambos hemos estado demasiado ocupados en estos últimos días. Ella con la investigación del incendio y los preparativos del desfile, y yo con los eventos en los que he tenido que participar. Apenas nos hemos podido ver y debo admitir que el estar lejos de ellas dos en estos momentos me pone muy nervioso. No sé bien cómo explicar esto que me sucede por dentro, pero podría llamarle corazonada... Presentimiento... quizás paranoia.Es tan poco el tiempo que hemos tenido hoy, que hemos acordado en vernos directamente en casa de sus padres donde nos reuniremos todos para pasar año nuevo. Como hemos acordado, estaciono el auto en la entrada de autos de la casa, y puedo darme cuenta que mi familia ya está toda aquí ya que sus autos están estacionados enfrente de mí.Bajo las botellas de champagne que he acordado en traer
[MASSIMILIANO]No sé exactamente cuántas horas llevo sentado a su lado tomando su mano en la mía. Quisiera poder dividirme en dos y que una parte de mi este con Aysel en el otro cuarto, pero es imposible.Afortunadamente ella ya ha despertado y mi hermana esta entreteniéndola con algunos libros para colorear y alguna que otra historia de esas que ella se inventa.Aun no le hemos dicho como esta su madre, y creo que no me atrevo a darle esa información aún. Se supone que la transfusión ha sido un éxito, pero no pueden entender porque ella aun no despierta.Escucho el "beep" de la maquina a la que está conectada, y desespero. Me duele verla así y todo por culpa de ese imbécil.La puerta de la habitación se abre, y para mi sorpresa es Dylan. Le cuesta entrar ya que esta con muletas y sin pensarlo, me pongo de pie y le ayudo. —¿Qué haces
[MASSIMILIANO]Aún sigue muy inquieta por el hecho de no poder haber visto a nuestra pequeña, pero cuando la puerta de la habitación se abre y entra el obstetra junto con el ecógrafo; su cara cambia completamente. Puedo notar como sus ojos se han iluminado, y así con ese brillo se clavan en mí. —Aun no me lo creo.— Digo nervioso y rio de la situación.No entiendo porque me rio... hace un instante creí haberlas perdido a las dos, y ahora estamos por conocer al nuevo o nueva integrante de la familia.Respiro profundo e intento calmarme, pero dudo que pueda hacerlo.—Buenas tardes, señorita Rossi, soy el doctor Sánchez.— Le dice el doctor mientras se acerca a ella y luego voltea a verme.Intento no reír de su cara porque es evidente que no esperaba que fuese yo. —Señor Draghi— Dice muy bajito.—Un gusto doctor.&mda
2 días después: 3 de eneroNo comprendo porque todos se han empeñado en distraerme, en preguntarme como me siento con la noticia del embarazo, y porque nadie se ha dignado a querer decirme si Asier está preso o no. Solo sé que no les dejare que evadan más mis preguntas.Casi como si la llegada a casa se hubiese un gran evento familiar, mi madre y Laura cocinan el almuerzo, mi padre, Piero , Salva, y el esposo de Paola conversan en una esquina, y Paola se encarga de los niños.—¿Estas cómoda así?— Me pregunta Massimiliano mientras acomoda una almohada en el sofá para que me recueste. Sé que está cumpliendo con las órdenes del doctor, pero también creo que exagera.Ya no es como decirle que me siento mucho mejor. —Amor, si me han dejado salir del hospital es porque todo está bien. — Le digo en mi intento de
Días después: 11 de eneroHa sido una semana muy difícil, pero afortunadamente las cosas han mejorado un poco.La noticia de que Asier había sido quien había planeado el llevarse a nuestra hija en aquel supuesto intento de robo, y quien también ha provocado el incendio del taller ha sido uno de esos golpes de los que ha sido difícil reponerse.Se ha culpado tantas veces por haberle permitido entrar en su vida, que no he sabido que hacer para calmarla. Solo ha sido capaz de relajarse un poco cuando el doctor le dijo que no podía sufrir más disgustos ya que si no pondría en riesgo la vida de nuestro bebé. A partir de allí se ha tomado las cosas con más calma. Se ha encargado de los últimos detalles del desfile, y de igual manera ha terminado de contratar los servicios para nuestra boda en tan solo 16 días. Por un momento hemos tenido la idea de p