FAITH.
Estar con tres cazadores y una chica inconsciente no es agradable, menos sabiendo que mi estabilidad en estos momentos está igual que una montaña rusa. Aun no puedo creer que caí, sucumbí, y lo peor, lo disfruté.
Caminando por los pasillos hasta la zona vieja del instituto, el silencio nos había rodeado por completo, y la verdad lo agradecía. No tenía ánimos de hablar, ni tampoco de dar explicaciones (a pesar de que no se las daría, no a ellos).
La mirada de Bart cayó sobre mí. —Faith, tu nariz.
Me lleva la mano a esta, mire mis dedos. Estaba sangrando. Mis piernas perdieron su fuerza, haciéndome caer hacia el cazador arrogante, este me sujeto rápidamente.
—¿Todo bien, niñita? — pregunto el rubio.
—Creo… necesito ha Tobías, ¿Podrían ir a buscarlo?<
FAITH.Mire el reloj en mi muñeca mientras mi pie golpeaba contra el cemento de la calle, no sabía si era por los nervios o por la tardanza del chico. La verdad ahora, frente a la florería, había comenzado a dudar de todo esto.—Lindo vestido— comento alguien a mis espaldas.Me sorprendí de ver a ambos chicos.—Solicite a un cazador, no ha dos— comento mirándolos.—Me lastimas, niñita— Colin llevo una mano sobre su corazón, fingiendo dolor.—Mas protección es mejor, sobre todo para esta investigación— Bart se encogió de hombros.Suspire sonoramente. —Bien, empecemos con esto.Los tres entramos a la florería, amablemente le pedí a la señora que atendía el pedido que se había hecho ayer, la mujer tomo una caja blanca con listón rosado
FAITH.La llave se balanceaba en los dedos de Colin mientras buscábamos un lugar más privado para ver si lograba ver algo más allá del pasado de los Lambert. Nos metimos en un callejón sin salida, Bart se quedó un poco más hacia la calle para asegurarse que nadie nos interrumpiera.—Todo despejado— comento el castaño.Colin y yo nos miramos. El rubio estiro la llave hacia mí.—Espero que encuentres una pista— comentó.Tome la llave sin responder y respire profundo, necesita una pista, un indicio, algo.—¡Oh, Dios mío!, ¡que hemos hecho! — lloro la mujer de la fotografía, la abuela de Tom.—Lo necesario para salvar a nuestra hija— comento el hombre viendo a la bebé durmiendo en su pequeña cuna.Era Lucrecia Lambert quien dorm&
COLIN.—Has estado muy callado, primo— la voz de Bart me saco de mis pensamientos.—No eres tú el que siempre dice que las pareces de esta ciudad tienen oídos— lo mire por el rabillo del ojo. —No creo que divulgar secretos de un mundo desconocido sea lo correcto.—No te hagas, Colin, que tu estés callado es prácticamente un milagro.Bufé. —¿Seguro que no te refieres a ti mismo?La verdad estaba demasiado confundido para entablar conversación alguna, no lograba quitar sus ojos de mi mente.No pensé que Melrose tuviera algo interesante que entregar cuando papá decidió que pasara una temporada con los Hayward, pero me llevé una sorpresa al saber que había una criatura extraña rondando bosques, misteriosos casos de asesinato y una chica sin miedo a la oscuridad del bosque.Bart me h
FAITH.—Faith, a veces tu palidez me espanta— Mayra me observo detenidamente.—El sol y yo no nos llevamos bien— me encogí de hombros.—Y parece que con el sueño tampoco— Jia me paso un corrector. —Tus ojeras piden a gritos ayuda.Yo también grito por ayuda.—Gracias por decirme que luzco del asco, amigas.—Para eso estamos— la rubia sonrió.Ayer apenas había logrado cerrar los ojos, podría jurar que apenas dormí treinta minutos en toda la noche, las pesadillas y los constantes susurros en mi mente estaba torturándome sin piedad. Definitivamente haberle dando el control por un momento fue la peor idea de mi vida. Lo peor era que is nervios tampoco me estaban ayudando, había temido tanto venir hoy y enfrentar a Denisse, ver si le había dejado algún daño, o que cada vez
FAITH. —Toma esto, cariño, te ayudara a recuperar tus fuerzas— mamá me tendió un tazón humeante. No me atrevía a mirar a la cara a mi progenitora, no después de lo que hice, no después de sentir la satisfacción de hacerles daño. Me abrace más a mí. —Faith— llamo la rubia, la cama se hundió a mi lado, siento su mano pasear por mi cabello. —Hija, mírame. Arrugue los labios, intentando no llorar. —No puedo. —Si, si puedes— me tomo del mentón, obligándome a conectar mis ojos a los suyos. —No te mortifiques por lo que paso, no fue tu culpa, no fuiste tu quien lo hizo. —Herí a mis hermanos, te lastime a ti y a papá, me doy asco— las lágrimas corrieron por mis mejillas. —Quiero morir, mamá. —No digas eso— los ojos de mamá se cristalizaron. —No vuelvas a decir eso en tu vida, Faith Beatrice, me rompes el corazón. —No quiero causar más daño, si muero, la maldición muere conmigo. Ya no puedo vivir con su
COLIN.Era ella, estaba completamente seguro. Lo supe en cuenta mi mano entro en contacto con la cálida y suave piel de su mejilla, Faith Lockwood era la chica borrosa de la visión. Una extraña sensación se me instalo en el estómago cuando sus ojos estaban sobre los míos, podría jurar que sus ojos estaba de un verde más claro que antes, dejándome hipnotizado.Había estado todo el camino del bosque reacio a dirigirle la palabra, estaba molesta por la razón más tonto de la vida, solo me basto con ver como ese chico la abrazo y beso para mandar mi buen humor por el caño. Sea quien sea ese chico, no tendrá oportunidad con la pelirroja, yo mismo me asegurare de eso.Quería besarla, y sabía que no me rechazaría, Faith me habría alejado de haberlo querido, pero sigue en el mismo lugar, expectante a lo que pase entre nos
FAITH. Me costaba tragar cualquier tipo de comida o líquido, esta cosa me había hecho daño internamente. Apenas mamá me vio pego un grito llamando la atención de papá, quien se había encerrado en su estudio, y Tobías que estaba en el segundo piso. Después de contarles todo lo que había pasado, los cuatro hechiceros se prepararon para hacer un ritual de sanación y limpieza, papá tenía la teoría de que la criatura podría haber dejado parte de su hedor en mí. Me estire sobre el césped del patio, algunas hojas secas estaban a los costados de mi cuerpo mientras veía a mamá y papá caminar en círculos a mi alrededor, Leandra y Tobías estaba a cada lado de mi con las manos estiradas en mi dirección mientras recitaban. —Dominos terrae, súpplices te rogámus, omni malo ad purgandum vestigia nigrae— repetían todos a la vez. Podía sentir mi cuerpo mucho más ligero, pero el dolor en mi cuello aún estaba presente. Mi familia termino el rit
FAITH.—Wow, momento, ¿las maldiciones familiares de verdad existen?, siempre creí que eran un mito— soltó Walker a los segundos de revelar parte de la verdad.—Pues son tan reales como cada uno de nosotros, solo que no son muy comunes— explico papá.—No es algo que uno comparta con el mundo— mamá se abrazó a sí misma. —Muchos suelen ver las maldiciones familiares como una enfermedad contagiosa.—Aún no me lo puedo creer— exclamo Bart. —¿Nadie más sabe de esto?—Ustedes son los primeros en saberlo fuera de nuestra familia— Leandra se sentó a mi lado.—Y esperamos que sigua de la misma forma— mi hermanito se cruzó de brazos.Tenía claro que esta conversación no sería fácil, el ambiente estaba tenso y confuso, pero lo