COLIN.
Era ella, estaba completamente seguro. Lo supe en cuenta mi mano entro en contacto con la cálida y suave piel de su mejilla, Faith Lockwood era la chica borrosa de la visión. Una extraña sensación se me instalo en el estómago cuando sus ojos estaban sobre los míos, podría jurar que sus ojos estaba de un verde más claro que antes, dejándome hipnotizado.
Había estado todo el camino del bosque reacio a dirigirle la palabra, estaba molesta por la razón más tonto de la vida, solo me basto con ver como ese chico la abrazo y beso para mandar mi buen humor por el caño. Sea quien sea ese chico, no tendrá oportunidad con la pelirroja, yo mismo me asegurare de eso.
Quería besarla, y sabía que no me rechazaría, Faith me habría alejado de haberlo querido, pero sigue en el mismo lugar, expectante a lo que pase entre nos
FAITH. Me costaba tragar cualquier tipo de comida o líquido, esta cosa me había hecho daño internamente. Apenas mamá me vio pego un grito llamando la atención de papá, quien se había encerrado en su estudio, y Tobías que estaba en el segundo piso. Después de contarles todo lo que había pasado, los cuatro hechiceros se prepararon para hacer un ritual de sanación y limpieza, papá tenía la teoría de que la criatura podría haber dejado parte de su hedor en mí. Me estire sobre el césped del patio, algunas hojas secas estaban a los costados de mi cuerpo mientras veía a mamá y papá caminar en círculos a mi alrededor, Leandra y Tobías estaba a cada lado de mi con las manos estiradas en mi dirección mientras recitaban. —Dominos terrae, súpplices te rogámus, omni malo ad purgandum vestigia nigrae— repetían todos a la vez. Podía sentir mi cuerpo mucho más ligero, pero el dolor en mi cuello aún estaba presente. Mi familia termino el rit
FAITH.—Wow, momento, ¿las maldiciones familiares de verdad existen?, siempre creí que eran un mito— soltó Walker a los segundos de revelar parte de la verdad.—Pues son tan reales como cada uno de nosotros, solo que no son muy comunes— explico papá.—No es algo que uno comparta con el mundo— mamá se abrazó a sí misma. —Muchos suelen ver las maldiciones familiares como una enfermedad contagiosa.—Aún no me lo puedo creer— exclamo Bart. —¿Nadie más sabe de esto?—Ustedes son los primeros en saberlo fuera de nuestra familia— Leandra se sentó a mi lado.—Y esperamos que sigua de la misma forma— mi hermanito se cruzó de brazos.Tenía claro que esta conversación no sería fácil, el ambiente estaba tenso y confuso, pero lo
COLIN. Al llegar al bajo de las escaleras me di cuenta de que todos estaban reunidos en el salón de estar. La casa de los Lockwood era muy parecida a la de los Hayward, con la gran diferencia que los Lockwood la tenían decoradas con colores más vivos y plantas muy bien cuidadas. —…es todo lo que hemos encontrado — declaró el señor Lockwood. —Pero no perdemos las esperanzas — la señora Lockwood se aferró al brazo de su esposo. —Nunca había escuchado de una maldición tan antigua, excepto por la de… — Kendrick se calló rápidamente. —¿Conoces a alguien con una maldición Ken? — preguntó Leandra. —Teóricamente sí, pero no es como la maldición de Faith. —Hemos investigado maldiciones familiares y todas parecen tener una laguna, una pequeña ventana que los ayuda a romperla, pero nosotros no hemos encontrado la nuestra — el señor Lockwood me miró. —¿Cómo está mi hija? —Ahora está más tranquila — todas l
FAITH.—¡Vaya!, hoy tu humor esta de maravilla, Faith— comentó Jia mientras guardaba mis libros.—El día está muy lindo, y no hay razones para estar triste— le dediqué una sonrisa.A pesar de que apenas había podido pegar un ojo ayer en la noche no me importaba Kendrick me había dado la mejor de las noticias y eso me mantenía en pie y con una enorme sonrisa. Puedo ser libre, puede que exista una laguna para la maldición que por años estuvo torturándome.—Imagino que Christian tiene algo que ver con eso— siguió la rubia moviendo las cejas.—Sobre eso, hay algo que debo decirles—Ayer tuve el sueño más extraño de toda mi vida— Mayra llegó a nuestro lado mientras se acomodaba en cabello.—¿De nuevo soñaste con que eras entrenadora
FAITH.—¿Quieres contarme lo que paso? — susurró el rubio mientras acariciaba mi espalda.Había dejado de llorar hace unos minutos, pero aún tenía espasmos del llanto. Saber que cada vez tiene más fuerza me enferma por dentro, está jugando con mi mente de la manera más cruel que pueda existir.No te imaginas cuando te odio.Y yo te deseo, niña tonta. La mejor relación de la vida.Me aferre más a la ropa de Colin mientras intentaba borrar de mis memorias las imágenes con las que me torturó.—Me mostro cosas horribles— respondí con la voz rota. —Quiere volverme loca.—No dejaremos que lo consiga— me aseguro, su mano acariciando mi pómulo. —No perderás esta batalla, bonita.—Te vi muerto— lo miré a los ojos. —Vi tu
FAITH.Me estoy volviendo loca, eso es lo que él está haciéndome, y lo sabía.Me torturó toda la noche y continuo con su labor en la mañana. Papá y mamá estaban preocupados por mí, de hecho, no querían que viniera a la escuela, por mi seguridad y por la del resto, pero no quería darle esa satisfacción a ese demonio. No quiero mostrarme débil ante él, a pesar de que lo esté.Leandra había hablado con Kendrick sobre mi condición de hoy pero aún no tenía noticias del aquelarre, asi que estábamos sin muchas ideas de que hacer. Colin, Bart y Walter no me habían quitado el ojo de encima desde que llegue al instituto, al igual que Tobías, parecían estar alertas ante cualquier alteración de mi estado.—Si quieres puedo maquíllate un poco, Faith— coment&o
COLIN.Rápidamente saqué una daga de mi cinturón al igual que Bart y Walter.Los Lockwood parecían tan sorprendidos como nosotros por la presencia de ambos chicos, pero lo más impactante era que la chica pertenecía a la temida familia Steinfield, la gran y maldita familia original.—Sea cual sea el por qué viniste aquí, te sugiero que te marches— le dije a la chica.—¿Estás echándome? — su voz era divertida, avanzó un paso hacia mí —. Tú y cuantos más, cazador—Amelie— soltó el chico con reproche, Rainer.La chica Steinfield lo miró para después suspirar.—Bien, no haré nada— una sonrisa maliciosa se le escapó de los labios —. Por ahora.Kendrick se acercó a los recién llegados. —Me ale
AMELIE.—¡¿Estás loca?!, ¿quieres despertar a la cosa de la que intentamos deshacernos? — soltó el cazador rubio con furia —. Ni creas que te dejare hacerlo.—No recuerdo haberte preguntado o haberte pedido permiso— conteste mirándolo.Amelie, escuche a Rainer en mi cabeza, tranquila, preciosa.—Eso suene algo riesgoso, señorita Steinfield— comentó el señor Lockwood —, Faith está muy débil y tememos que el demonio se aproveche de eso.—Pueden llamarme Amelie, y les puedo asegurar que no pasará, el demonio no podrá apoderarse de Faith completamente.—¿Y cómo estás tan segura de eso, chica Steinfield? — soltó nuevamente el cazador con altanería.Juro por los Dios