Después de aquella bella unión más sincera y fuerte entre los amantes, estos aquella noche la pasaron bebiendo y charlando juntos, llenándose de amor y cariño para después ir a la cama y dormir plácidamente sin preocupaciones ni dolor, como si el hecho de hablar con el otro y desahogarse, hubiera provocado una resolución dentro de ellos, en la cual se desvanecía el dolor y parecían estar como nuevos cada uno de ellos.

En fin, los días siguientes a este, la pareja la paso de maravilla conviviendo juntos mientras que las hermanas Arango aún permanecían encerradas alejándose del mundo.

Ellas podían darse el lujo de alejarse de los demás ya que tenían a un gran arsenal de empleados a su disposición, los cuales le cocinaban, le limpiaban y llevaban lo quue necesitaran a su gran habitación, que de verdad era enorme, ya que se encontraba totalmente equipada con tres cañas individuales, un juego de muebles de recámara, un pequeño equipamiento de cocina integral, acompañado de su microondas,