Es la tarde del 04 de septiembre, hora de las 06:00 pm en la cual se encuentra Guillermo en la entrada de la habitación de la pobre Evangelina que yace en su tan triste estado de coma.

A Él le ceden el permiso de entrar a verla, así que así lo hace, con nervios abre la puerta y entra con pasos lentos y silenciosos a la habitación, donde lo primero que observa es a su bella prometida, con aquella bella piel blanca que tenía, toda cubierta en terribles tonos morados, rojos y verdes, debido a los moretones que le dejaron los tan profundos golpes, además de poseer aquella linda joven un cabello ya un poco más arreglado, recogido pero al cual le faltaban pedazos de cabellos enteros, ya que los malditos enfermos hasta el pelo le arrancaron, también tenía su rostro muy pálido, golpeado y rasguñado, el cual sabía que la dejaría con marcas de por vida.

Por fortuna y gracias a dios, no tenía ningún hueso del rostro roto, solamente su pierna derecha y su brazo izquierdo habían sido vendados,