Capítulo. 39Mis ojos se abrieron y la luz del amanecer provocó un parpadeo inconsciente, solté un bostezo tapándolo con mi mano y luego dirigí ni atención a la puerta. Estaba entre abierta como si alguien hubiera entrado, y el único que pudo haberlo hecho era Vladímir, quizá pensaba que ya estaba despierta y al darse cuenta de no ser así, volvió a salir. Fui al baño para lavarme el rostro y luego me dirigí hasta la pequeña salita comedor, ahí lo encontré preparando el desayuno con una sonrisa en sus labios al verme.—Buenas tardes, dormilona —expresó —¿Tardes? —cuestioné curiosa. —Ah, sí, pasa del mediodía. Dormiste mucho, pero supuse que podías tener hambre, así que te preparé algo de comer, siéntate —alentó y me acerqué a la mesa. Vladímir era un sujeto bastante amable, ni siquiera sabía como podía trabajar para la bruja…—Oye, siento curiosidad por saber algo — inicié un poco tímida. Él alzó el rostro y dedicó una tierna sonrisa —Suéltalo —bromeó —Es que… Bueno, quisiera saber
Capítulo 40El idiota ruso permanecía frente a nosotros con una sonrisa descarada, Berenice se adelantó poniéndose en medio para evitar que yo avanzara para romperle la cara. 《 Grave error, porque estaba dispuesto a arrancarle esa sonrisa estúpida del rostro 》—Max, por favor, no quiero una pelea más entre ustedes —instó intentando calmarme—. Él únicamente actuó porque yo se lo pedí —continuó apaciguando mi ira. Miré por encima de Bere y él parecía estar bastante tranquilo, esa mirada retadora me generaba impaciencia al punto de querer partirle la cara.—Tienes mucha suerte de que ella te defienda —hice saber al bastardo, que sonrió ampliamente. —Max, sabes que el único suertudo entre nosotros dos, aquí eres tú —soltó sin tapujos, eso me dio mucho que desear, como si en su comentario estuviera toda la respuesta que yo deseaba saber.《 El muy desgraciado se refería al hecho de tener a Berenice 》Di un paso adelante fulminándolo con la mirada y Bere, puso la mano en mi pecho. —Por fa
Capítulo 41Me faltaban las palabras para describir como me sentía, realmente nunca imaginé que los sentimientos de Max, hacia mí, fueran más allá de simples palabras que se llevaba el viento. Él realmente deseaba demostrar con hechos aquel amor profesado hacia mí, llevándome a una respuesta decisiva… Yo también lo amaba y deseaba esperar ese momento para poder volverme su esposa.—Estaré feliz de que ese día llegue pronto —manifesté en un tono suave sin poder contener las lágrimas. Él sonrió poniendo el anillo, de promesa en mi dedo, luego sujetó mi rostro con ambas manos viéndome directamente a los ojos.—Te prometo que remplazaré este anillo con uno de compromiso y luego con uno de bodas —afirmó convencido. Sonreí y entonces acercó sus labios a los míos para dejar un tierno beso en ellos.Era como estar soñando, la tristeza se había marchado y la alegría ocupó su lugar en nuestras vidas. Jamás experimenté algo parecido, porque poco a poco empezaba a comprender el verdadero signific
Capítulo 42Sabía que ese tipo de temas serían complejos de hablar con Berenice, obviamente ella no tenía la experiencia suficiente en ese aspecto y aunque amaba eso porque eso significaba que algún día yo sería su primer y último hombre. La observé nerviosa e incómoda y sonreí, me acerqué haciendo una suave caricia en su barbilla mientras hablaba en un tono sumamente suave.—Bere, sabes que yo jamás podría obligarte a nada, únicamente quiero tu bienestar y sé perfectamente, que no estás lista para algo así —manifesté generándole más confianza, porque probablemente estaba experimentando un gran peso por la idea de pensar que estaba en la obligación de dar ese paso tan importante. Ella subió la mirada con timidez y la volvió a bajar.—Es que, yo… —intentó decir y volvió a cerrar los labios, su voz salió como un fino hilo suave. Que denotaba su perfecta inocencia sobre el tema en cuestión. Volví a sonreír y besé la coronilla de su cabeza. —No debes explicarme absolutamente nada — punt
Capítulo 43Un día antes de la desaparición. Clara El sol reluciente de esa mañana acariciaba mi piel, contemplé mi entorno y antes de irme al salón me despedí de mamá, no tenía hora de llegada porque luego de eso tendría que visitar a Bere, prácticamente iba todos los días para que ella no se sintiera tan sola.Subí al auto conduciendo al norte de Nueva York, ahí estaba el salón más reconocido de la ciudad y donde procuraba siempre hacerme los retoques del cabello, porque ser rubia costaba, mucho, por lo tanto, debía ponerme en manos profesionales. No me tomó mucho tiempo llegar al lugar debido a que esa mañana no había tanto tráfico como de costumbre, estacioné el auto y luego me bajé avanzando directamente por la entrada principal.Al ingresar el sitio estaba abarrotado de personas y eso me generaba impaciencia, rebusque con la mirada a Alexia, mi estilista personal y estaba ocupada con otra mujer, le hice señas y me sonrió indicándome tomar asiento. Puse mala cara porque eso que
Capítulo 44Corrí hasta el sitio donde los hombres de Nikolay encontraron el vehículo, miré el interior y estaba vacío, ellos recorrieron todo el perímetro sin poder lograr encontrar rastro de Clara. Solté un largo suspiro viendo alrededor, era imposible que la tierra se la hubiera tratado, alguien se la llevó con un fin desconocido, pero no permanecería tranquilo hasta hallarla, porque le hice la promesa a Berenice. Ella se encontraba preocupada, casi no podía dormir al pensar que su amiga estaba perdida en cualquier lugar.Pensé con cabeza fría y de pronto, al desviar la mirada hacia un edificio que se encontraba a la derecha, noté una cámara. Era pequeña, claro, y por eso fue imposible que las personas que se llevaron a Clara, pudieran haberlo notado. Si te llevas secuestrado a alguien, no piensas en ver alrededor, solo actúas con rapidez y te largas.Esa pequeña cámara podría ser nuestra respuesta, por lo tanto, hice una seña al hombre más cercano de Nikolay, quien estaba a cargo
Capítulo 46—¿Quién eres tú? —cuestioné viendo al sujeto parado frente a mí. Él sonrió con cinismo y dirigió su atención hacia Rayna, que parecía estar en shock. —Deseas decirle —alentó a mamá y ella amplió los ojos. —Es un amigo de la infancia, solo eso —contestó rápidamente y con nerviosismo. El sujeto alzó las cejas y negó. —Sí, mucho gusto. Soy el amigo que tuvo un amorío con tu madre y de ese amorío surgió este joven que contemplas aquí —soltó dejándome perplejo. Estaba como en un tipo de trance, no podía concebir la idea de una noticia así. —¿Q-qué? —tartamudee estupefacto mirando al bastardo detrás de aquel sujeto extraño para mí.—Como oyes, querido Maximilian Relish, no eres el único hijo de Rayna, mi Vladímir también es parte de la familia —añadió con descaro y negué rotundamente, volteé para ver a mi madre quien tenía la cabeza gacha y obviamente no sabía qué explicación dar.—Rayna Relish, necesito que me expliques como es que este hombre dice esto —exigí al borde del
Capítulo 47Llegué al lugar de reunión, donde Vladímir indicó que lo esperara, y me sorprendió ver que estaba esperándome. Mi corazón saltó en el pecho lleno de emoción, sonreí de forma inconsciente y avancé segura sin demostrar lo nerviosa que estaba. Se encontraba recargado en el vehículo con las manos en los bolsillos, haciéndome recordar que las películas. No entendí como podía ser tan perfecto e intimidante a la vez, porque todas las porque pasaban cerca lo evitaban, no obstante, yo no sentía ese temor, a diferencia de los demás, me generaba intriga saber que escondía ese rostro serio y atractivo. —Hola, señor Vladímir —saludé extendiendo mi mano y sus ojos contemplaron con las cejas un poco hundidas en una mirada misteriosa. —Hola, chica extrovertida —contestó poniéndose derecho para sujetar con delicadeza mi mano e inclinarse levemente para besar el dorso de ella. Mi respiración se detuvo al presenciar algo tan caballeroso y temía que me iba a enamorar muy pronto. Carraspee