—Así que está bien, ¡cuanto más grandes sean sus esperanzas, mayor será su decepción!

—Esperen un momento, voy a extinguir sus esperanzas personalmente y les mostraré lo que es el desespero.

Dijo Valenciano con arrogancia y altivez.

—¡Tal vez el desesperado seas tú!

Clara resopló fríamente, aunque en su interior se sentía inquieta, lejos de la calma que aparentaba.

Antes ya había escuchado que Valenciano había alcanzado la etapa tardía del Período del Elixir Dorado, quedando a un paso del pico del Período del Elixir Dorado. Su poder superaba ampliamente al suyo.

Además, acababa de pasar por tres batallas consecutivas, lo cual le había causado un gran desgaste tanto físico como de verdadera energía.

Ambos estaban en un punto muerto y ella consideraba que sus posibilidades de derrotar a Valenciano eran muy escasas.

—¿Qué pasa? ¿Tienes miedo?

Valenciano parecía haber adivinado los pensamientos de Clara y, con una idea en mente, hizo su movimiento.

—Clara, después de todo, eres una mujer