—¡Christian, eres increíble!— exclamó Carmen, muy sorprendida.

Tal vez debido a la preocupación y el miedo que había experimentado hace un momento, ahora que se relajaba, no podía contener la alegría que sentía en su corazón. Se abalanzó hacia Christian y lo abrazó fuertemente.

Domingo es realmente destacado entre los jóvenes de Ciudad Baja, y su habilidad marcial rara vez tiene rival. Que Christian haya podido derrotarlo superó las expectativas de Carmen.

De repente, se dio cuenta de que Christian era mucho más poderoso de lo que imaginaba. Al menos en su cultivación, Christian ya había alcanzado un nivel considerable. Esto le dio más confianza en su relación con él.

Ella creía que si le daba a Christian un poco más de tiempo, tarde o temprano obtendría el reconocimiento de su abuelo y de la familia López.

En la retaguardia, Alejandro, al ver cómo su hija se abrazaba voluntariamente a Christian, se puso pálido de ira y apretó los puños con fuerza. Deseaba poder correr allí mismo y gol