Capítulo389
María le lanzó una mirada indignada a Christian.

—¿Y ahora qué vamos a hacer?

—María, necesito que me ayudes.

Christian frunció el ceño y suplicó a María con la mirada.

—Tú no tienes nada en tus manos, no muestras ninguna sinceridad. ¿Cómo quieres que te ayude?

María lo reprendió con impaciencia.

—¿Qué quieres decir con sinceridad?

Christian se desconcertó, sin entender lo que María quería decir.

—Tú qué crees?

—¡Eres tan torpe!

María rodó los ojos y luego hizo un gesto con la mano para que Christian se acercara y le habló al oído. —Tonto, si quieres que mi prima se calme, al menos debes preparar algunas flores o regalos para alegrarla.

—De lo contrario, ¿qué sentido tiene que ella te abra la puerta? ¿Quieres calmarla solo con tus palabras vacías?

—Bueno...

Christian reaccionó al instante, como si hubiera recibido una llamada de atención, y comprendió de inmediato.

—María, lo entiendo. Gracias, ¡iré a prepararlo ahora mismo!

Christian mostró una expresión alegre, y se fue apresuradamen
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