—Christian, el señor Fuentes ha recibido su merecido, ya debe haberse dado cuenta de su error—dijo Paula acercándose a Christian para interceder por el señor Fuentes.

—¿Por qué no dejamos las cosas así?— propuso Paula.

Christian dudó por un momento. En realidad, no tenía intención de llevar al señor Fuentes hasta el extremo, y ahora que Paula estaba interviniendo para aclarar las cosas, accedió.

—Señor Bravo, gracias por esto. Tomo nota de este favor que me debe—dijo Christian.

—Sin embargo, hay que perdonar a las personas en ciertas situaciones. En mi opinión, esto no es algo tan importante. Vamos a perdonarlo esta vez—agregó Christian.

Aunque esto podría haber dejado al señor Bravo en una posición incómoda, ya que Christian había dejado claro que había aceptado su favor, era poco probable que el señor Bravo se sintiera molesto por este pequeño asunto.

—Está bien, hagamos lo que sugieres, Christian—respondió el señor Bravo rápidamente.

Su objetivo principal era ganarse un favor de Chr