—¿Hola, David? ¿En qué puedo ayudarte?dijo Sergio con una sonrisa aduladora.

Ambos eran jóvenes ricos en el círculo social, pero la familia Díaz tenía un poderoso linaje y era considerada una de las principales familias. En comparación, el Grupo García era solo una familia de segunda categoría y su fuerza no se podía comparar con la de la familia Díaz.

Sergio sabía que no debía ofender a David, ya que controlaba más de diez tiendas minoristas de cosméticos cuyos suministros dependían del Grupo Díaz. No importaba cuánto menospreciara a otros hijos ricos, nunca podría permitirse ofender a David.

—Sergio, ¡hiciste algo mal! ¿Cómo te atreves a aumentar los precios sin autorización?

—A partir de ahora, el Grupo Díaz cortará toda cooperación con tus tiendas minoristas de cosméticos y no les proporcionaremos ningún producto más...

David lo reprendió furiosamente sin rodeos.

—¿Qué?!— Sergio quedó atónito como si hubiera sido golpeado por un rayo.

Aunque no sabía por qué David había ter