—¡Maldición!

—¡La familia Ortiz realmente no se rinde!— Christian cambió su expresión facial, sintiéndose profundamente abatido. La familia Ortiz era una de las cuatro grandes familias de Ciudad Baja, con una fuerza y recursos muy profundos.

Tenían al menos dos superpoderosos Rey de Batalla y varios fuertes Semi-Rey de Batalla, una fuerza tan poderosa que él no podía resistir. Él sabía muy bien que, si no ocurría algo inesperado, probablemente hoy estaría en grave peligro.

Por supuesto, no solo Christian, tanto Víctor como Gonzalo también tenían expresiones poco alentadoras. La fuerza de la familia Ortiz era demasiado fuerte y eso les causaba una gran presión.

Ambos estaban en clara desventaja y no podían ser rival para la familia Ortiz y el bando de Fernando. A pesar de eso, Christian les había hecho favores en el pasado y, incluso en esta situación de desventaja absoluta, no se echarían atrás.

—¡Víctor, Gonzalo, ustedes dos son ciegos para atreverse a aliarse con Christian! Hoy les