—Antes te lo mencioné, hace un tiempo me asocié con alguien para fundar una compañía, esa compañía es Vitalis Farmacéutica...—explicó Christian con una sonrisa.

—¡Ah, ya veo!—Isabel comprendió de repente. Christian había mencionado eso antes, pero en ese momento ella pensó que Vitalis Farmacéutica era una pequeña empresa recién establecida y no le prestó mucha atención.

Sin embargo, ahora, dado el estatus extremadamente prestigioso de Valenciano, que mencionara el nombre de Vitalis Farmacéutica llamó su atención. Isabel se preguntaba si Vitalis Farmacéutica era famosa, pero ¿por qué nunca había oído hablar de ella?

Por supuesto, no solo Isabel, sino también Ignacio y el Presidente Muñoz tenían la misma idea. Ninguno de ellos había oído hablar de Vitalis Farmacéutica y pensaban que era una insignificante empresa pequeña.

—Así que él es Christian, el presidente de Vitalis Farmacéutica—reaccionaron César y Baltasar de manera completamente diferente a Isabel, Ignacio y Presidente Muñoz. Es