—¡No es necesario!

—Christian, esta vez no solo vengaste a nuestra familia Paredes, sino que también salvaste a mi nieto de las manos de Maximiliano antes.

—No puedo devolverte este favor, así que te regalo esta planta de hierba madre fría.

—Considéralo como la gratitud de nuestra familia Paredes hacia ti —El señor Paredes reflexionó por un momento y habló.

Sabía que la hierba madre fría era una hierba espiritual extremadamente rara y valiosa, difícil de encontrar.

Sin embargo, la familia Paredes no era una familia dedicada a la medicina, y la hierba madre fría no les resultaba de gran utilidad. Además, tenerla podría atraer problemas, como lo demostró el interés de Maximiliano en ellos.

Aunque Maximiliano ya estaba muerto, no podían descartar la posibilidad de que otros malintencionados los persiguieran nuevamente debido a la hierba madre fría.

En lugar de correr ese riesgo, el señor Paredes prefirió hacer un gesto amigable y regalar la planta de hierba madre fría a Christian.

—¿Qué e