En la residencia de Galileo.

En este momento, Galileo y Benicio estaban celebrando alegremente por los acontecimientos relacionados con la familia Romeo.

—¡Papá, es increíble!

—Eulalia no solo volcó a la familia Romeo, sino que también capturó a Leocadia, la señorita de la familia Romeo.

—Esto también es desquitarse con nuestra familia Pelayo —exclamó Benicio con entusiasmo.

—Sí, no está mal.

—Eulalia realmente merece ser uno de los ocho malhechores, no me ha decepcionado —asintió Galileo, mostrando una sonrisa de satisfacción por el desempeño de Eulalia esta vez.

—Lo único lamentable es que Eulalia no aprovechó la oportunidad para matar a Herminio, ese tipo molesto.

—De lo contrario, sería aún mejor —expresó Benicio con cierta lamentación.

Debido a la enemistad entre la familia Romeo y la familia Pelayo, y dado que Herminio los oprimía en todos los aspectos, Benicio consideraba a Herminio como su rival más formidable y deseaba su eliminación lo más pronto posible. La incapacidad de Eu