—Así es, sé que mi nivel de cultivación es modesto y no soy rival para Eulalia. Antes de rastrear a Eulalia, me puse en contacto intencionalmente con un maestro supremo del Grupo Dragón de Guerra para que me ayudara. Solo así pude eliminar a Eulalia de un solo golpe y rescatar a Leocadia —explicó Christian con solemnidad.

Esta vez, pudo matar a Eulalia gracias a la habilidad de ataque del Venerado, quien era, de hecho, un maestro supremo en el Grupo Dragón de Guerra. Christian atribuyó el mérito de matar a Eulalia al Venerado, y esto parecía razonable.

—¡Ah, entiendo! —Quiterio y los expertos de la familia Romeo repentinamente se dieron cuenta. Aunque la explicación de Christian tenía muchas lagunas y era mucho menos creíble que la de Leocadia, cuya mente era más simple, preferían creer que un maestro de alto nivel del Grupo Dragón de Guerra intervino para matar a Eulalia. No podían concebir que Christian, un joven descendiente, tuviera la capacidad de matar a Eulalia, algo que ni siqu