—Lorenzo, no difames mi regalo de jade de cuatro colores como una falsificación barata hecha por el hombre. Si no entiendes, no hables sin sentido —dijo Christian, mirando a Lorenzo con desagrado.

—¿Estoy hablando sin sentido? Lo sabes perfectamente —respondió Lorenzo. —Ahora te voy a mostrar lo que es una auténtica joya de jade.

Lorenzo esbozó una sonrisa de desprecio y sacó la caja de regalos. Luego, sacó la joya de jade que había preparado. Aunque su regalo era aproximadamente la mitad del tamaño del de Christian, tenía un color vibrante y una alta transparencia. No mostraba ninguna impureza en su apariencia. Era claramente una joya de calidad excepcional.

—Este es un jade de hielo de calidad excepcional —dijo Lorenzo con orgullo—. Su calidad es prácticamente igual a la del jade de hielo, y su valor es de al menos diez millones de dólares.

Las personas que los rodeaban observaron detenidamente y comenzaron a elogiar su regalo. Comparado con el raro jade de cuatro colores, el jade de